Artículo publicado ayer en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 31 Tal como cuenta nuestro periódico son más los jaeneros que se van que los que llegan. Mueren más que nacen. El informe está avalado por las fluctuaciones poblacionales de los últimos cinco años. Una de las consecuencias más graves de este escalafón es que aumentan a diario los pensionistas con larga vida, y no vienen futuros cotizantes por el bajo índice de natalidad a mantener el actual sistema de cobro de jubilaciones. Una de las causas más importantes en esta situación de la provincia de Jaén se debe a la débil economía que no levanta el vuelo ni soplando con los ventiladores de hacer cine con ciclones tropicales. Es la misma crisis económica que impide que en los dos inmediatos meses, fechas estivales preferentes, pocos jaeneritos puedan pasar unas jornadas de descanso donde quisieran. Tienen que conformarse con quedarse en el domicilio habitual, o acudiendo a la casa familiar afincada en el pueblo, donde a la sombra de los padres y abuelos puedan cambiar de aires por los menos unos días. Todo esto, si a ningún político decano o recién llegado, se le ocurre implantar una ley permisiva de la eutanasia activa y generalizada, gracias a la cual los jubilados desaparecerían de la faz terrena, los hospitales tendrían que cerrarse, los médicos y enfermeros irían al paro, y las residencias de ancianos pasarían a ser hoteles de alguna estrella. ¿Cómo vería la Iglesia Católica una ley encarnizada promotora de la eutanasia activa a imitación de otros países europeos? Muy mal. Porque, volvemos hoy, otra vez al quinto mandamiento del Decálogo: no mates a nadie, por ningún motivo, porque somos administradores de nuestra vida, nunca propietarios, y cualquier encargado de una posesión que no es suya, no se le ocurre hacer desaparecer del paisaje urbano la finca que tiene donada en administración. Sirva esta reflexión para hacernos amar más la vida propia, defenderla de cualquier agravio, cuidarla de la mejor manera posible, deseando que la atención sanitaria y farmacológica recibidas sean y estén en la vanguardia de las ciencias de la salud y de la superior calidad de vida que todos deseamos para sí mismos y a los hermanos. Ojalá, nunca tengamos que combatir contra una ley de la eutanasia activa, porque entonces es muestra que estamos en una sociedad defensora de los derechos a vivir desde los seres más minúsculos hasta los más complejos como somos las personas humanas. Recomiendo la lectura de la carta del Papa sobre la ecología integral que ha dado a conocer días pasados, porque la defensa que hace sobre toda la Tierra creada por Dios es el fiel reflejo de cómo hemos de cuidarla desde su origen en el seno materno hasta el último suspiro en una cama hospitalaria o domiciliaria. El grito por la vida lanzado por el Papa no debe llevárselo el viento solano que corre estos días. Tomás de la Torre Lendínez
Eutanasiados
| 29 junio, 2015
Hay dos maneras de «eutanasiar»(mal concepto,porque Eu-tanatos es la buena muerte)la del «matarile» legal sanitario-hay que luchar para que no suceda-y la segunda forma es el abandono en la tristeza de padres,abuelos,enfermos o discapacitados.
Un abrazo,don Tomás.