Estrellados

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Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 27

Trae nuestro diario la noticia sobre cómo se ha avistado por el cielo andaluz una bola de fuego tan brillante como la “luna llena” dando una exhaustiva explicación suministrada por los observadores de la astronomía. En otra información nos anuncia que el día 21 de agosto se producirá el primer  eclipse total de sol en noventa y nueve años.

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Todas las culturas humanas han tenido una relación cosmológica con el mundo astronómico, desde los sumerios, egipcios, griegos, romanos…, y esa observación les llevó a “divinizar” al astro rey, a la media luna, y al resto de estrellas colocadas en la bóveda celestial.

Una de esas estrellas en las fechas del nacimiento de Jesús, en Belén de Judá, trajo hasta el portalico a los Reyes Magos, personajes observadores del mundo de las lumbreras celestes, según el lenguaje del libro del Génesis, donde se narra la creación del mundo y del hombre en siete días, descansando el séptimo tras la obra realizada por Dios.
Ahora, en estas fechas de fines de julio y  primeros de agosto, muchos españoles dejan su casa y viajan hasta el lugar de descanso elegido, que es un derecho laboral existente en el estatuto de los trabajadores y en los diversos convenios colectivos.

Pero la pregunta esencial de hoy es: ¿Tal como actualmente se conciben las vacaciones, realmente se descansa, o se vuelve con un trauma psíquico y con los bolsillos vacíos?.

Según los peritos en la vida íntima del ser humano, cuando se vuelve a trabajar se sufre un síndrome de adaptación a la vida real digno de tener en cuenta por todos los que hoy están al volante de un coche, o son pasajeros de tren o avión volviendo a sus hogares, tras haber fundido el mes de julio en el lugar donde han descansado.

Bastantes de estos ciudadanos son cristianos, quienes, a lo mejor, han dado vacaciones al Señor, dejando de asistir a la Eucaristía dominical en el lugar donde han estado los días que han veraneado, o han preferido seguir con las prácticas de su vida cristiana tal como lo hacen el resto del año. Habrá de todo, como en botica, según reza el dicho español.

Cuando un cristiano ha mantenido su responsabilidad en los actos de culto a Dios en donde haya estado, ahora vuelve a su casa familiar, a su trabajo, a sus vecinos y amigos, con total normalidad, sin sufrir ese síndrome que señalan los conocedores de la psicología social.

Aquí, habrá que volver a la estrella que condujo a los Reyes Magos a postrarse y regalar oro, incienso y mirra, ante el Niño Jesús, los cuales siendo avisados por el rey Herodes que le informaran sobre el lugar donde estaba el Hijo de Dios, optaron por desobedecer aquella voz asesina que deseaba quitar de la competencia al Rey de los Cielos, prefiriendo matar a los Santos Inocentes, y la Sagrada Familia saliendo rápido camino de Egipto para salvar al Señor.

Los veraneantes que han oído exclusivamente la voz de la comodidad, dándose vacaciones ante Dios y sus mandamientos, traen todas las papeletas para entrar en las filas de sufrientes del síndrome posvacacional y pasar a sentarse en el diván del perito en la psicología humana.

En este domingo situado como quicio entre los meses más vacacionales del año, deseo a los que vuelven que nada ni nadie les aparte del amor a Dios y a los hermanos; y a los que se han marchado les sugiero que no se olviden de Dios para no volver estrellados en su vida espiritual.

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