(Xabier Pikaza).- Lucas presenta a Jesús como amigo de leprosos, emigrantes, pecadores y «distintos», a quienes ha curado, abriendo en sus corazones un camino de fe… En el título de la postal había querido añadir la palabra «guerrilleros» en el sentido amplio de la palabra: Aquellos que en su tiempo eran celotas, dispuestos a luchar contra el orden establecido de los sacerdotes y de Roma. Pero he sido más sobrio, he puesto con el texto «samaritanos» (que en el fondo es lo mismo).
Me ha venido esa palabra (guerrilleros) porque acabo de oír en la COPE, emisora de radio, propiedad de la Conferencia Episcopal Española (11,30 del 6.10.16) una defensa a ultranza del «no» de Colombia contra el tratado de paz, avalado por el mismo Papa Francisco…
Por otra parte, el presidente Santos, promotor principal de esa paz, acaba de recibir (7.10.10) el Premio Nobel de la Paz, con toda justicia… El Papa (que era otro candidato) está contento. Podrá recibir el premio el año que viene. Este año lo merece Santos.
Pero dejo a un lado al Presidente Santos, y me fijo algo más en la COPE, que le ha criticado… como sabe quien escucha la emisora de la Iglesia Católica Española.
— La COPE es una emisora de Iglesia, pero a mí me parece muchas veces poco «evangélica», en algunos de sus programas, pues defiende un tipo de política social que refleja el Espíritu de Jesús: una política donde hay más justicia de revancha que misericordia: que los FARC la paguen en la cárcel, que triunfen los «buenos» e impongan su ley, que no haya paz de todos, sino victoria de «justos» (que serían los del orden establecido, empezando por las multinacionales y el Ejército de la nación…).
— A los que dirigen un tipo de COPE parece molestarles un evangelio como el de hoy, en el que Jesús cura a los leprosos samaritanos, es decir, de los otros…. Un evangelio en línea de sanación para los distintos, en clave de perdón… sin jugar a los buenos (¡que seríamos nosotros!) y los malos que son los otros. Hay un tipo de programas de COPE que defienden una política no cristiana (=no evangélica), una ley de justicia que es venganza, un anti-evangelio.
No sé si ese tipo de COPE cree en el evangelio: Es decir, en el perdón, en la curación de los leprosos, en la superación del juicio (en la línea de Mt 7, 1). Ese tipo COPE puede ser de «iglesia», pero no parece creer en el Jesús de la fe que eleva montañas, que reconcilia a los «enemigos» (que sana a los impíos…, de un lado y de otros, según el evangelio de Lucas, según Pablo, según Mateo…).
Jesús aparece hoy como amigo de leprosos samaritanos, gente del otro lado… Jesús está dispuesto a comenzar con ellos la tarea del Reino de Dios (aunque tampoco lo samaritanos sean todos un ejemplo de gratuidad, pues de diez sólo vuelve uno). A pesar de ello, Jesús insiste en los samaritanos, en integrarlos, en acogerlos, aunque estén leprosos no sean un dechado de agradecimiento. Por eso le mataron: porque curaba (rehabilitaba) a leprosos samaritanos, es decir, a los que parecían apestados, en vez de mandarles a la cárcel para que se pudrieran…
Los defensores de un orden social establecido (de entonces y de hoy), de un orden que dice apoyarse en la Iglesia, pero no en el evangelio, no aguantan el milagro de Jesús. Por eso siguen apelando a su ley, a su justicia, a su orden… (o expulsando,que es casi lo mismo).
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Invito a leer gratis dos Ensayos:
Ensayo sobre la religiosidad en los toros
Ensayo sobre la crisis de la vida religiosa en España
Se encuentran en el siguiente enlace:
Estimado don Tomás, acabo de leer su ensayo sobre la religiosidad en los toros, y desde la crítica constructiva, le hago algunos comentarios por si le parece oportuno tenerlos en cuenta a la hora de una futura nueva edición corregida y espero que no aumentada de dicho ensayo.
Debería corregir algunas faltas de ortografía que se han deslizado en el texto, algunas del calibre de poner una «n» antes de una «b» y la escasez de comas que en algunos párrafos me ha llevado al borde de la asfixia.
Ya en lo que se podría calificar como la parte doctrinal, me ha parecido impropio de una persona como usted, que manifieste claramente su contrariedad porque el virus del buenismo no acabe «desgraciadamente con la vida física «de los afectados por esa ideología, un sacerdote deseandole la muerte a unas personas por pensar distinto a él,eso está muy feo don Tomás.
A propósito de estacazos, recomiendo leer este post de J. A. Fortea: http://infovaticana.com/blogs/fortea/el-proceso-de-la-paz-de-colombia-cuando-el-interes-del-politico-se-pone-por-encima-del-interes-de-la-nacion/