| 11 enero, 2017
Ha muerto Gonzalo Puente Ojea, aquel embajador que envió Felipe González a Roma en el año 1985, con la mayoría absoluta que lo elevó al poder.
El pensamiento laicista del hoy difunto chocó de frente con San Juan Pablo II produciendo números que pasaron por la prensa de la época y fueron motivos para que su servicio diplomático saltara por los aires en 1987.
Descanse en paz, uno de los pensadores del laicismo español.
Lo que es la vida. ¿ Alguien se acordaba de él ? Una oración por su alma.
Conocí a Puente Ojea a mediados de los 90. No he visto a persona con mayor tristeza dentro de sí, con una amargura personal y un sentimiento de fracaso humano que producía una inmensa lástima. Recuerdo una conversación que mantuvimos en una cafetería en la que se abrió bastante y me confesó que no era feliz, que consideraba la vida como un tormento continuo y que sufría por cosas que cualquier persona, el mismo decía, consideraría triviales.
Me dijo una cosa que nunca olvidé: que él mismo no creía la mayoría de las cosas que decía, pero que disfrutaba mucho intentando haciendo dudar a los demás.
Tuve siempre una relación correcta con él y creo que me consideró si no amigo, al menos no enemigo.
Al tratar con personas como él siempre pensé que la fe es un don. Hace años que no le veía. Solo Dios sabe si aceptó ese regalo en su último tiempo.