El poeta en todo el año mira al cielo, en primavera lo hace más motivado. Mi amigo el sacerdote salesiano don Rafael Alfaro Alfaro, ya está en el cielo desde esta mañana a las 10 horas, cuando exhalaba su último suspiro. Ha sido en Granada, donde siempre el agua oculta llora por la marcha de un hombre de Dios que le hablaba con poemas a los demás. Ahora sus versos son para el Señor por toda la eternidad. Vino del cielo Rafael hasta el mundo físico en el pueblo de El Cañavate, en la provincia de Cuenca, en el año 1930. Escucha la llamada de Dios a la vida religiosa sacerdotal en la familia salesiana, estudiando filosofía y teología entre Córdoba y Sevilla. En la catedral de la ciudad de los califas celebró su primera misa en 1957. Anduvo, Rafael, por Paris estudiando canto gregoriano, y luego lo encontramos en San Salvador, ejerciendo su misión apostólica salesiana. En el año 1972 obtiene la graduación en periodismo. Inicia sus publicaciones poéticas que alcanzan a más de veinticinco libros, con los que obtiene premios nacionales e internacionales, dejando demostrado su grandísima vena para versificar. Por méritos propios, Rafael Alfaro está entre los mejores poetas de la generación del 50, entre los que se encontraba otro excelente sacerdote don Valentín Arteaga. La fuentes inspiradoras de poesía las bebe en Fray Luís de León, en San Juan de la Cruz, en Antonio Machado, y en Luís Cernuda. Durante los años noventa del siglo pasado, me encuentro con Rafael Alfaro en la parroquia de San Juan Bosco de Jaén, desde donde fraguamos una estrecha amistad que se consolida en colaborar largos años en la programación religiosa de la Cope local, donde el amigo poeta suelta al aire de las ondas preciosas composiciones, eximios cuentecillos y reflexiones religiosas que conseguían atascar la línea telefónica de la emisora. Ahora, cuando yace muerto, él que era tan amigo de versificar sus conocidas elegías, deseo terminar este post elegíaco con sus propios versos, el título es: DESPUES DE TODO ¿CON QUÉ….todos tus años caben en la concavidad vacía de tus manos…? Las elevas, y todo es leve en ellas; y su nube se deshace en el aire: tu perdida libertad, anudada en tu pañuelo blanco como un recuerdo; tu canción con su sonoro olvido; tanta tinta con su voz de borrón y cuenta nueva, despues de tanto declarar tu fe de vida en el cristal de la armonia…. Todo acaba en tus manos derramadas, en las que ya no cuentas ni tus dedos. Descansa en la paz del Señor, amigo Rafael, como decías en tu poema Plegaria última: Abre tus manos y recógeme Señor, creo en tus manos invisibles en las que me abandono. Sé que no soy ni una flor, ni una paloma, ni siquiera una sonrisa. Mas soy tuyo. Que Dios te conceda versificar algo de tus hondas horas místicas ante Él. Mientras, espérame por allí arriba, donde no hay llanto, ni luto, ni dolor, sino paz y alegrías eternas. Búscame un escanlocillo para que sigamos radiando juntos la felicidad perpetua. Adiós amigo. Tomás de la Torre Lendínez
Elegía por Rafael Alfaro, sacerdote, poeta y amigo
| 23 marzo, 2014
Descanse en paz y si ha sido fiel en lo poco,el Padre le recompense. Un abrazo,don Tomás.
Conozco algo su poesía; considero que es de calidad tan notable, que será m´ças estudiada ahora -toquemos madera-: monografías, artículos, tesis doctorales…
Ha muerto un buen poeta, un buen poeta cristiano.
MI MAS SENTIDO PESAME A UD. Y A LA FAMILIA SALESIANA
Recuerdo aquellos programas que hacían ustedes dos y su equipo de colaboradores en la cope local. Eran unos años de radio católica. No como ahora, nada más que deportes y más deportes…
Le veo muy afectado por la muerte de su amigo, don Tomás. Rezo por el eterno descanso de su alma.
Me sumo a lo que ha dicho Laura. Descanse en paz-
Mi pésame junto a una oración para él.