“El Tren de la Muerte”, viaje a una tragedia decisiva de la Guerra Civil española

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Un asunto importante para la historia de la diócesis de Jaén es el martirio sufrido por el obispo don Manuel Basulto Jiménez, ocurrido en uno de los famosos trenes de la muerte, que salieron de la capital giennense camino de Madrid, entre el 11 y el 12 de agosto de 1936. En aquella mantaza murieron varios sacerdotes con su obispo que hoy tienen abierto el proceso de beatificación en la Santa Sede.

Mañana, en Madrid, se presenta un libro titulado El Tren de la Muerte, editado por La Esfera de los Libros. Su autor es Santiago Mata, Nacido en Valladolid en 1965, es doctor en historia y periodista. Trabaja en la sección de sociedad y cultura de La Gaceta desde 2006, y ha escrito varios libros de historia, pero no tocaba el tema de la Guerra Civil desde que terminó la tesis en 1995.

Con el autor hemos mantenido una entrevista vía correo electrónico, quien amablemente nos ha respondido. Le preguntamos por los motivos de escribir esta obra sobre El Tren de la Muerte. Su respuesta es:

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“Inicialmente fue la perplejidad de ver qué no se había investigado el lugar exacto donde tuvo lugar la matanza, lo que me llevó a estudiarla. En segundo lugar, al ver que no se trató de una casualidad, sino de algo concienzudamente preparado, me puse a investigar los motivos que tenían las personas que instigaron y las que llevaron a cabo la masacre. Entretanto, iba surgiendo una tercera pregunta más importante: ¿por qué el franquismo había dejado caer en el olvido este episodio, a pesar de su relevancia? Cada uno de estos temas da lugar a una de las tres partes del libro.”

Le insisto sobre cuales serían las conclusiones que sacará el lector cuando lea su obra, y nos responde de este modo:

“De antemano, como he dicho, tenía poco más que la curiosidad por encontrar el lugar de la matanza. Lo he encontrado, pero también he visto, y eso me parece mucho más relevante, que lo sucedido los días 11 y 12 de agosto de 1936 motivó el desprestigio definitivo del régimen republicano, ya que a consecuencia de esta masacre el cuerpo diplomático consultó a sus gobiernos si debía retirarse, recibiendo respuesta afirmativa todos los países, salvo tres poco relevantes. Además, los embajadores comunicaron unilateralmente al gobierno republicano que admitirían a ciudadanos españoles en sus sedes como refugiados, lo que equivalía a afirmar que el Estado de derecho había desaparecido en la zona republicana. Con todo, me resulta más importante lo que he descubierto en la tercera parte, es decir, los motivos por los que el franquismo prefirió no dar relevancia a este suceso.”

Ante la última afirmación, le interrogo sobre cuales fueron los motivos por los que el franquismo prefirió no dar relevancia a este suceso. Responde así:

“En el fondo, pienso que fue el deseo de reducir la guerra a una historia de buenos y malos -como sucede hoy con la Memoria Histórica, pero al revés-, lo que exigía una separación muy nítida entre los criminales y sus víctimas. Pero los trenes de Jaén son todo un símbolo de lo sucedido en toda esa provincia: que los mandos de la Guardia Civil no tuvieron valor para unirse a los militares sublevados -de hecho, en los pueblos donde lo hicieron los mandos subalternos, no tuvieron particulares problemas hasta que se retiraron a Jaén-, y optaron por defenderse a sí mismos. También entre los civiles, la colaboración con la revolución fue mucho mayor de lo que después de la guerra se quería reconocer. Como dice el único superviviente que queda vivo, para el caso de Cazorla, los auténticos ricos pagaron un rescate para no ser deportados, de modo que las víctimas de los trenes, y en general las de la revolución en Jaén, fueron las que no quisieron pagar o no tenían dinero suficiente. El Tren de la Muerte esto hacía desagradable su recuerdo en la posguerra. Por eso me parece que, a pesar de ser la expresión más clara de cómo funcionó la revolución de 1936, el Tren de la Muerte se marginó en favor de crímenes que tenían menos que ver con la revolución que con la guerra -como los de Paracuellos-, pero donde no había complicaciones a la hora de buscar culpables.”

Le damos las gracias a Santiago Mata por esta entrevista en exclusiva a este Blog El Olivo. Y le deseamos éxito en la venta de su libro.

Ayer, en el diario La Gaceta se hablaba de este libro sobre El Tren de la Muerte. Quien desee verlo puede pinchar aquí.

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/cultura/%E2%80%98-tren-muerte%E2%80%99-viaje-una-tragedia-decisiva-guerra-civil-espanola-20111016

El Tren de la Muerte está a la venta a partir del martes.

Personalmente, deseo que esta obra contribuya a que los que tienen en sus manos el proceso romano de la beatificación del Siervo de Dios don Manuel Basulto Jiménez, dispongan de más elementos de juicio para que pronto veamos al obispo mártir de Jaén en los altares.

Tomás de la Torre Lendínez

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Adivinanza

Hoy la sencilla adivinanza se convierte en una somera encuesta.

El abrazo de Sor Verónica al Papa ha desatado pasiones a favor o en contra de esta situación. Mi opinión es que lo hizo bien. Otros están en contra y algunos a medias. Hoy pregunto:

¿Qué le parece ese abrazo que ha dado la vuelta al mundo?

Bien
Mal
Regular

Responda si lo desea, dejando su comentario.

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Lean, si les apetece:

Nace Aleteia, plataforma internacional online de preguntas y respuestas sobre la fe

Blog del padre Tomás

http://tomas-de.blogspot.com/2011/10/nace-aleteia-plataforma-internacional.html
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