Lo han conseguido. Los organizadores de la marcha antipapa pasarán por Sol, simbólica Bastilla española, kilómetro cero de las Españas y sitio donde han ocurrido los acontecimientos históricos más famosos de los últimos tres siglos.
Ahora, podrán, acompañados por el fiscal general o sus allegados, en comitiva pasar por la Puerta del Sol, llevando su “libertad” por bandera y la mordaza legal por si el Papa se extralimita en sus homilías en los actos de la JMJ. Que espectáculo tan grotesco.
Detrás de toda está fanfarria está un cura suelto, de nombre Evaristo Villar, clateriano exclaustrado, que ya no cumple más los sesenta años. Al decir de sus seguidores es un teólogo y escritor de renombre universal, quien se quedó mentalmente enano y anclado en los años sesenta o setenta del siglo pasado.
Es un nostálgico del viejo régimen eclesial de entonces. Es un disidente de la Iglesia Católica afirmando que ésta sigue al lado de la derecha, y que por lo tanto, se impone crear otra iglesia dentro de la misma estructura envejecida para que cuando todo esté preparado se da un empujón a lo viejo y se estrena lo nuevo: la estructura de una iglesia de la liberación. Este sueño lo tiene tan metido dentro que cree que lo verá.
Para toda esta aventura anhela a figuras ya muertas de aquel sueño imposible. Afirma que no tiene prisa, ya que el fruto maduro caerá sólo. Ahora cuenta con una página web desde donde alardea de sus grandes ideas, escritas por unas firmas nacionales e internacionales, que irán pasando al geriátrico y al cementerio cuando sea.
Evaristo no se rinde, aunque le han herido en mil batallas dialécticas, y nunca jurídicas y canónicas, sigue enhiesto en la lucha por un sueño imposible, pero que él y sus seguidores consideran inmediato en sus frutos, porque la Iglesia oficial envejecida está dando las últimas boqueadas.
Por esto, les molesta tanto la JMJ, porque contemplar un millón de jóvenes católicos delante del Papa, les hace reconocer sus arrugas mentales y físicas en un espejo que desean romper en mil pedazos.
Por lo tanto, lleva razón el portavoz del Vaticano cuando afirma que estas comitivas son iguales en otros sitios a donde ha estado el Papa.
Es verdad, una caterva de ilusionados por sueños infantiles están en cualquier nación del mundo y si desean pasar por Sol que lo hagan. Seguramente, en la noche del miércoles no tienen que ponerse dodotis para dormir, porque durante el día han sudado y echado todos los fluidos posibles humanos.
Quien desee saber más haga clic aquí. Era el año 2007.
Tomás de la Torre Lendínez
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Lean, si les apetece:
Licencias para perdonar el delito del aborto
Blog del padre Tomás
http://tomas-de.blogspot.com/2011/08/licencias-para-perdonar-el-delito-del.html
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