Esta mañana he oído el editorial del actual director de la mañana de Cope, creo que se llama Expósito. He sentido pena en la forma y en el fondo, porque no se puede mendigar una entrevista a quien no te la ha concedido ni la primera vez, ni la segunda, la de hoy, ni nunca, mientras no le plazca. El lenguaje usado por el locutor de Cope es de pedigueño insistente en una esquina donde solamente pasa el aire primaveral. La perseverante petición es propia de quien desea un minuto de gloria a costa de una persona que desprecia a quien no piense como él y a los accionistas mayoritarios de la cadena Cope, que a fecha de hoy siguen siendo los obispos españoles. La llegada posible de Carlos Herrera ha desatado en el interior de la empresa unos ánimos desastrosos, porque a algunos ya le han buscado sitio, a otros no saben donde ponerlos y otros, como el caso de Expósito se pone ante el toril a pecho descubierto piendo que salga el toro más toreado en los medios españoles durante largos años, que se ha dado cuenta que ahora está mejor en sus cuarteles de invierno, y como los buenos perfumes se sirve unas gotitas y en plasma, nunca en gresca como ha estado durante bastante tiempo. No sé si Expósito tiene celos de la larga coleta de su ansiado personaje a entrevistar, pero esta mañana era penoso oír unas líneas como éstas: «Venga Pablo, vente. Que pasa el tiempo y nos metemos en la pegada de carteles… Vente para España y hablamos, o voy yo, de verdad, sin guardia pretoriana, y te pongo un par de cortes. Por ejemplo aquel de que sientes envidia del pueblo venezolano o ese que tanto me gusta de «Chávez vive, la lucha sigue». Olvidamos aquello tan bonito que me dijiste, aquello de que piensas en putas cada vez que me ves. Sin acritud. Eso sí, con alguna cita y las comentamos». Deseo que venga Carlos Herrera para constatar que el sentido común entre en la mañana de Cope, porque este amanecer, algún obispo, si se afeitaba la barba en ese momento se habrá cortado con la navaja, cuchilla, o las modernas maquinitas que no arrancan nada, sino que encabritan la piel. Tomás de la Torre Lendínez
El pedigueño de Cope
| 07 abril, 2015
Ángel Expósito es un periodista «aseado» y esa petición,casi lamento ante «Polpotito Iglesias» me parece fuera de lugar. Carlos Herrera no es de los que traguen con ciertas imposiciones. La COPE,cuesta abajo y sin frenos,don Tomás.
Un abrazo.