He conocido que en Madrid se ha abierto un Paseo de la Fama, al estilo del existente en la Meca del cine en tierras americanas. La gente del cine español ha estado en su inauguración por todo lo alto. Esto me parece cateto y de mala copia en un pueblo como el nuestro que hace un cine que es una birria, al que cada vez van menos espectadores. Y que todos los contribuyentes sostenemos, pues cualquier bodrio de las películas españolas cuenta con su correspondiente subvención.
Pero el colmo de mi asombro ha llegado cuando este Paseo de la Fama, es la calle madrileña Martín de los Heros, donde están ubicadas las oficinas de Cáritas Madrid, habitual paso obligatorio de todos los pobres, indigentes, parados, enfermos, familias partidas, inmigrantes, y todos los desamparados de una sociedad egoísta que no sale de la crisis por la culpa de un iluminado inquilino de La Moncloa, que ha demostrado ser un inútil total para esto, a pesar de agarrarse con los dedos a un abismo lleno de barro creado por él y a donde nos arrastrará a todos los españoles de cabeza.
Con esta bipolaridad la calle Martín de los Heros se hace muy famosa, con una fama efímera de unos cómicos de la legua, pasados a la cinta cinematográfica, donde siempre se elude toda crítica a la situación social de la España de hoy, ya que los guionistas y directores del cine malo están aherrojados por el síndrome de la “Guerra Civil y los cuarenta años del franquismo”, olvidando nuestra riquísima historia donde habitan tantos olvidados héroes, tantos valientes con honra, y tantas situaciones para llenar un montón de guiones que nos darían premios oscarizados a punta de pala.
Es probable, ojalá ocurra, que cuando los malos cineastas españoles pasen por la calle Martín de los Heros y se topen con la clientela que acude a las oficinas de Cáritas Madrid, vean que, también, ellos se merecen entrar en guiones de cine capaces de mostrar al público espectador películas de contenido social enmarcado en el submundo de los verdaderos pobres de una civilización que tapa el dolor y desconoce las carencias humanas de los hermanos porque la indigencia siempre molesta al ojo del espectador y al de las cámaras de cine.
Sería, también, un buen mensaje de guión de cine, conseguir la confraternización entre los famosos del paseo de la fama madrileño y la cola de los más pobres de la sociedad de la capital de España. Menudo guión brindo desde aquí a los malos guionistas.
A lo mejor, alguno bueno que yo conozco, le mete las pinzas mentales al asunto y se apunta a escribir y filmar, ya que es guionista y director, en la misma persona. Pasaría a la Historia con mayúscula del cine de nuestro tiempo.
Tomás de la Torre Lendínez
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Rosario mundial por la santificación de los sacerdotes
Blog del padre Tomás
http://tomas-de.blogspot.com/2011/06/rosario-mundial-por-la-santificacion-de.html
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