“Yo me carteo con el Papa, pero no me contesta”. Así se expresaba ayer en una entrevista del diario de Prisa, el padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz. Considero que el Papa Benedicto XVI tendrá muy poco tiempo libre para, además, encontrar un hueco y gastarlo en contestar al padre Ángel.
Quien debe preguntarse y preocuparse es el padre Ángel por los motivos de no recibir esas misivas papales a las cartas que el fundador de los Mensajeros le escribe al Sucesor de Pedro.
¿No será que Benedicto XVI encuentra a un cura sin distintivo sacerdotal en su traje?. ¿No será que el Papa conoce al dedillo el amor desmesurado del padre Ángel por un foco, una cámara televisiva y un micro delante de él?. ¿No será que el Santo Padre tiene mejores y menos manipulados modos de conocer los problemas de la Iglesia y del mundo entero, sin que se los cuente el padre Ángel?.
Por lo tanto, sugiero al padre Ángel que deje de enviar cartas al Vaticano dirigidas al Papa, porque son ganas de perder el tiempo, y, además, porque él no es quien para remodelar la agenda de todo un Vicario de Cristo.
El padre Ángel es un sacerdote diocesano de Oviedo y debería contar con su arzobispo para estos asuntos con el Vaticano. El camino más corto para llegar al Papa es el obispo diocesano de cada uno.
Este camino supondría al padre Ángel tener que someter su voluntad a la obediencia y testimonio a su arzobispo, quien seguramente lo llamaría al orden en algunos asuntos que en la misma entrevista de ayer en el plúmbeo diario de Prisa soltaba el fundador de Mensajeros de la Paz. Por ejemplo, la ordenación sacerdotal de mujeres, que al patriarca de Lisboa le ha costado ser llamado a Roma, donde le han tirado de las orejas. Algo que a lo mejor necesita el padre Ángel para no soltar tantas sandeces por su boca a la que la place muchísimo un micrófono delante.
Sugiero al padre Ángel que no nuble las obras de solidaridad que hace Mensajeros de la Paz, con sus apariciones en ciertos medios de comunicación diciendo vaguedades que sirven solamente para un titular de prensa, radio y televisión
Ruego al padre Ángel que mire si su excesivo afán por estar y salir en los medios de comunicación no es una falta de humildad, esa misma que él encuentra cuando visita a los más pobres y necesitados del mundo, a costa de los cuales parece que su ego engorda y agranda contando que él ha estado allí el primero.
Está bien que llegue el primero, pero debe recordar la llamada de Cristo cuando nos indicaba que no sepa tu mano derecha lo que hace la izquierda. Estar y usar los medios de comunicación sí. Pero idolatrarlos y pasar a considerarse un personaje imprescindible en ellos es propio de otras personas y otras organizaciones.
¿No será que el Papa vería mejor al padre Ángel más humilde y menos mediático?
Tomás de la Torre Lendínez
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Lean, si les apetece:
Fin de ‘A cielo abierto’ de la cadena Cope
Blog del padre Tomás
http://tomas-de.blogspot.com/2011/09/fin-de-cielo-abierto-de-la-cadena-cope.html
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