Año 1969. Provincia de Jaén, municipio de Villacarrillo, aldea Arroturas. Varios estudiantes de Sagrada Teología acudimos a dar clases a analfabetos adultos y niños recuperables en sus cursos. A la vez impartimos catequesis a todos, grandes y pequeños. Resido acogido en una familia de la aldea, donde no hay luz eléctrica en ninguna casa. Conocedor de esta carencia me llevo el transistor que mis padres me regalaron. Todo el mundo estaba en expectación ante la llegada del hombre a la Luna. Aquella noche, en aquella perdida aldea, sin luz eléctrica, mi pequeña radio de pilas era la única conexión con el exterior. Invité a los vecinos a escuchar la narración que Radio Nacional de España hizo del alunizaje de los americanos. La voz de Jesús Hermida nos conmovió en aquella serena noche de Luna iluminada a las orillas del río Guadalquivir en su parte más alta. Hermida, el hombre de voz potente, gestos singulares, tupé imitable por mucha gente, hoy yace muerto. He perdido a un amigo: el que me llevó a la Luna a través de la radio en una aldea, donde enseñaba y evangelizaba. En aquella reunión de vecinos, estaba una anciana de 100 años, con una lucidez mental de un joven. Cuando el americano puso el pie en la superficie lunar, afirmó taxativa: -Dios no puede permitir este asunto, porque yo estoy mirando la Luna y no veo nada de lo que dice la radio. Fue la primera mujer que dudó de aquel hecho histórico. Detrás de ella llegaron muchos más. Pero, la primera vez, nunca la olvidaré porque la radio me hizo imaginar lo que muchos españoles vieron por una televisión en blanco y negro. Mi amor a la radio se amplió mucho más. Hoy he rezado mucho por la paz eterna de Jesús Hermida, un hombre de los medios, un maestro para muchos, y el que me contó cómo era la Luna en aquella famosa noche de julio de 1969, por medio de la radio. Descanse en paz. Tomás de la Torre Lendínez.
El hombre que me enseñó la Luna por medio de la radio
| 05 mayo, 2015
Descanse en paz Jesús Hermida. Un verdadero periodista al estilo norteamericano,directo,espectacular. Su alma descansa,estoy seguro que fue mejor persona aún que periodista. El Padre lo acogerá con misericordia,estoy convencido.
Un abrazo,don Tomás.
Me encantaba su forma de comunicar, pausada y enfática. En la pequeña pantalla daba ejemplo y seguirá como referente a los nuevos presentadores, por sus modales correctos, reverentes, equilibrados… Su presencia era garantía de éxito en la audiencia. Yo no fui testigo de su radiada llegada del hombre a la Luna, pues tuve la suerte de poder verla en la televisión y aunque fue a la hora de dormir, yo no quería perderme ese momento tan importante para la humanidad y poder ser testigo de ello. Que en paz descanse y el Señor le reciba como Padre Misericordioso a este su hijo.