La decisión vaticana de elegir un periodista laico para servir de puente en las relaciones con los medios de comunicación me parece una determinación muy acertada.
El problema de la Iglesia, a nivel parroquial, diocesano, o romano, siempre es el mismo: No sabe comunicar; no entiende el lenguaje con los medios de comunicación; ignora las claves de la moderna comunicación; ataca a los medios informativos sin motivos.
Cuando esos papeles lo lleva un cura, lo digo por propia experiencia, las equivocaciones son de antología. Mucho más si el obispo local cree saber de todo más que nadie y no deja autonomía alguna, porque desea ser el perejil de todas las salsas.
En Roma con el asunto de los papeles robados y entregados a la prensa ansiosa de dar una patada a la Iglesia para desestabilizarla, según dijo el cardenal Bertone, eran necesarios los tres pasos que ha dado el Papa Benedicto XVI.
Me alegro de este fichaje profesional, porque se notará la dinamización de las relaciones vaticanas con los medios de comunicación social de todo el mundo presentes en la Ciudad Eterna, aunque la estructura de la Sala de Prensa vaticana siga en manos del jesuita padre Lombardi, pero, creo que la presencia de Burke no va a ser un objeto decorativo dentro de la curia romana. El paso de los días nos ayudará a verlo palpable.
En Religión Digital, el señor Jesús Bastante tiene la osadía de autotitularse “adivino”, afirmando que él predijo tal fichaje hace días. Parece que cenó con un miembro del Opus y le adelantó la primicia. Fabulista y adivino, es el señor Jesús Bastante. Es una persona muy completa y poco valorada. Se merece subir en su escala profesional.
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Tomás de la Torre Lendínez
