Cuando se escribe en un blog es necesario ser muy equilibrado a la hora de expresar las ideas equis. El lenguaje usado ha de ser respetuoso, educado y cristiano.
El amparo que Internet da a la clandestinidad y, a la hora, de entrar a comentar en un foro se presta que en el calor de la polémica se cometan errores que puedan pagarse.
Es lo que ha hecho un bloguero contra un cura en Asturias. Tan harto estaba el sacerdote de ser blanco de las críticas del dueño del blog que lo ha denunciado ante el juzgado. Las ofensas eran de este calibre:
«sotanita, llorón, cobarde, penoso cobarde, de qué calaña eres».
El motivo de los ataques es el de los últimos años en otros sitios: la campanofobia. En este caso, el bloguero no aguantaba que hubiera en el exterior de la iglesia una megafonía que emitía sonidos de campana. En el templo no existen campanas reales.
Espero que el suceso de Asturias abra las mentes de algunos que ellos saben a quienes me refiero. Según mi experiencia es la primera vez que veo un caso, público y publicado, de similar ataque a un cura desde y dentro de un blog.
Este ciberanticlericalismo debe desaparecer. Por lo menos aquí en este Blog nunca lo permitiré. Y en InfoCatólica me consta que tampoco lo dejan.
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Tomás de la Torre Lendínez