El Castrense y Juan Manuel de Prada

|

Llevaba largos años, muchos, que no me tragaba una carta pastoral de un obispo de más de cincuenta páginas. La moda es la hojilla volandera de un página que no llega a las cincuenta líneas. Como toda regla tiene su excepción, me he embaulado una Carta Pastoral del Arzobispo Castrense de España, don Juan del Río. Y he pasado un rato buenísimo, recordando que cuando un obispo sabe escribir sobre un tema tan vivo como el de la paz, y lo hace con documentación, rigor científico, prosa clara, citas a pie de página, entonces, solamente, entonces, está bebiendo agua selecta y doctrina sana. El título de la Carta Pastoral es: Las Religiones y la violencia. Busca la paz y corre tras ella.(Salmo 34,15). El motivo de la Carta ha sido la Jornada Mundial de la Paz, que en el mundo militar tiene lugar el domingo siguiente a la fiesta de los Reyes Magos. Durante el pasado fin de semana mi amigo y maestro don Juan Manuel de Prada ha escrito sendos artículos sobre los sucesos ocurridos tristemente en París. Ambos escritos han puesto a más de uno fuera de sí, al borde de un ataque de nervios, al no saberse la doctrina de la Iglesia Católica sobre estos temas. Monseñor Juan del Río apunta en su carta ideas que Juan Manuel ha escrito. Y me consta que mi maestro no ha leído esta Carta Pastoral. Vean un primer ejemplo: «En nuestros días, nos encontramos ante una grave amenaza para las sociedades libres y la estabilidad mundial. El ejemplo más claro de la manipulación de lo sagrado, en función de un poder político-militar, lo tenemos en la creación del califato de la Yihad, donde el concepto de guerra santa contra el infiel no deja duda. Sus acciones terroristas no van dirigidas sólo a un choque de ejércitos sobre territorios en disputa, aun cuando ese aspecto pueda darse a escala regional, sino que es una proliferación incesante de brotes insurreccionales yihadistas que se suceden en distintos lugares del planeta.» Lean un segundo ejemplo: «El objetivo de destruir al adversario, no sólo se dirige a su fuerza militar, sino también a su opinión pública y a las raíces religiosas y culturales de la llamada civilización occidental. La globalización de las comunicaciones (internet, televisión, redes sociales) han convertido este fanatismo religioso-político-militar en una realidad a escala mundial. En este escenario horrible se da la esclavitud y se ha roto todo lazo de fraternidad con otros pueblos y religiones.» Admiren un tercer ejemplo: «Ahora bien, si la fe sin la razón produce el fundamentalismo, también la razón sin la fe genera la dictadura del relativismo. El problema no está en las realidades, sino en el uso que hacemos de ellas, trátese de Dios, patria, igualdad, libertad, justicia… Además, no habría que perder de vista lo que ha sucedido cuando regímenes políticos han querido extirpar la religión de las conciencias y de la sociedad.» Disfruten un cuarto ejemplo: «Es un hecho innegable que la Iglesia católica en el mundo se enfrenta con dos fuertes fundamentalismos: el islámico y el laicista. Por un lado sabemos que en los países de mayoría musulmana, las minorías religiosas sufren intolerancia y discriminación social. Pero en el otro extremo tenemos el laicismo exacerbado que, siendo ante todo una corriente de pensamiento, persigue, entre otras finalidades, recluir en el ámbito de lo privado la enseñanza de la religión, suprimiendo la dimensión espiritual de la persona o confundiéndola con un mero “epifenómeno” sociológico o psicológico, oponiéndose a la vertiente social de la religión, llegando, incluso, a negar la libertad de la Iglesia y a reducirla a una simple asociación privada.» Y valoren el quinto ejemplo: «Tampoco el fundamentalismo laicista, tan de actualidad en España como en otras partes de Occidente, respeta la libertad religiosa, porque pretende negar a lo religioso el puesto que le es propio, de modo absoluto, o al menos en el ámbito de lo público, reflejando, sin decirlo, una concepción totalitaria del estado que lo invade todo. Es curioso que este también llamado “progresismo laicista”, no quiera saber nada con el catolicismo, aunque luego sean los más entusiastas defensores de la tolerancia, la integración y el entendimiento con otras religiones.» Tras estas citas, vuelvan a leer los artículos publicados en este portal firmados por don Juan Manuel de Prada y, siguiendo aquel anuncio televisivo, comparen y compren el producto. Es el mismo. El texto completo de la Carta está en este enlace: http://www.arzobispadocastrense.com/arzo/images/stories/Modulos/Jornada_muncial_paz/jornada_mundial_de_la_paz_web2.pdf Conclusión Los que han perdido los papeles les invito a que se serenen, porque, un arzobispo y un laico,monseñor Juan del Río y Juan Manuel de Prada, saben lo que es el pensamiento de la Iglesia Católica sobre tan espinoso asunto. La ignorancia, madre de los nervios perdidos, se cura leyendo la doctrina de la Iglesia. Tomás de la Torre Lendínez

Comentarios
0 comentarios en “El Castrense y Juan Manuel de Prada
  1. Felicito a don Tomas por traer esta carta pastoral a la actualidad. Su lectura ha dejado en mi un gusto de sabiduria muy bueno. Ademas, las cartas de este obispo som poco conocidas, ya que estan medio escondidas en la web de la diocesis castrense. Agradezco el esfuerzo del obispo y a Prada po sus articulos en ABC.

  2. Es natural que católicos bien formados como Prada y Juan del Río coincidan en su juicio.
    Y es natural que soplagaitas que se aprovechan de los católicos pánfilos para sablearlos también coincidan en su defensa de la blasfemia: Urdaci, Gil Tamayo, Schlichting, Tomás Cuesta, Antonio Jiménez, Isabel San Sebastián, Edurne Uriarte, Nieves Herrero…
    Cada oveja con su pareja.

  3. Don Juan del Río es un excelente arzobispo y sabe de lo que habla y predica.Quizá estar en esa vida de sacrificio que es la milicia le da una visión sencilla y real de la vida.
    Estamos ante una encrucijada vital donde el ser humano debe optar entre la esclavitud o el verdadero camino de la libertad de los hijos de Dios. Un abrazo,don Tomás.

  4. Don Tomás su comentario es acertado, y refleja la situación actual. Pues nada leamos los textos, saquemos conclusiones y obremos en consecuencia.
    Pax a todos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *