La noticia la he leido en Libertad Digital y dice así:’ El Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales ha apoyado iBreviary, la aplicación creada por el sacerdote italiano Paolo Padrini para el teléfono iPhone de Apple. El programa pone a disposición de los usuarios el breviario (el libro que contiene el rezo eclesiástico de todo el año), así como las lecturas del día y otras oraciones.
iBreviary cuesta 79 céntimos de euro y se puede adquirir a través de la Apple Store. Las ganancias se destinarán a caridad. Monseñor Pauil Tighe, secretario del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, considera que la Iglesia ‘está aprendiendo a utilizar las nuevas tecnologías como una herramienta de evangelización y una forma de compartir su propio mensaje con el mundo’.
La aplicación fue descargada en más de 10.000 ocasiones en Italia mientras duró la fase de pruebas.’
La Liturgia de las Horas es la oración continuada, desde Laudes, Hora intermedia, Oficio de Lecturas, Vísperas y Completas, que los sacerdotes y consagrados, hacemos por obligación diariamente. Todo el contenido se le conoce con el nombre de Breviario. Hasta ahora hemos tenido que trasladarnos siempre con el libro correspondiente a cualquier sitio. A partir de ahora se puede descargar en el móvil, siempre que tenga uno el modelo de iPhone de Apple. No es mi caso.
Sin embargo, debemos alegrarnos por este avance tecnológico que la misma Iglesia aprueba y confirma como válido para el ejercicio de la oración de la Liturgia de las Horas. Desde ahora se podrá rezar el Breviario en cualquier parte, por menos de un euro, cuyo beneficio está destinado a obras de caridad.
Además, de esta forma tan avanzada se puede popularizar el rezo de la Liturgia de las Horas acercándola más al pueblo cristiano y para quien desee participar de esta inmensa ola de oración que a diario, de oriente a occidente, la Iglesia proclama por boca de los sacerdotes, en el coro monástico de los monjes y monjas contemplativos, y en la casa de toda persona consagrada al servicio del Señor.
Es un buen regalo navideño, en esta mañana de la Natividad del Señor, donde celebramos el misterio del Hijo de Dios nacido en Belén, de Judá, como lo habian anunciado y los profetas y como lo ha dicho el ángel a los pastores, que acuden a la cueva a postrarse y ofrecer sus regalos al Señor de los Señores.
Feliz Navidad a todos los lectores de este Olivo, en la paz del Señor.
Tomás de la Torre Lendínez