Estamos a un mes vista de la celebración de la Natividad de Nuestro Señor Jesús, tiempo clave para ayudar a los más necesitados, para renovar nuestras conciencias cristianas, para preparar nuestros corazones cual belenes donde dejemos nacer al Hijo de Dios. Todo esto en la vertiente espiritual de la persona católica es verdadero, digno y saludable. También, como seres humanos vivientes los días que se avecinan son propicios para el compartir con la familia y los amigos una comida, que puede terminar con la degustación de los dulces típicos de las fechas navideñas. En todos los conventos de monjas de España se hacen delicias quasi celestiales, pero como los que elaboran las monjas de Iesu Communio, en su monasterio de La Aguilera, en la provincia de Burgos, he probado pocos. Cuando se encargan los dulces de estas monjas se les ayuda a sobrevivir y a terminar un obrón que comenzaron hace meses: levantaron una nueva iglesia para sus oraciones y actos litúrgicos, que están abiertos a cualquier fiel que aparezca por aquel sagrado lugar conventual. La foto adjunta es la prueba de esa construcción. Como estas monjas no visitan los platós televisivos soltando soflamas políticas y poniendo el cazo detrás, cada año por estas fechas saco en este Blog a esta comunidad religiosa, singular en España, tanto, que organizaron un festival taurino para encontrar fondos con los que levantar la nueva iglesia conventuaal. Por lo tanto, invito a los amigos lectores a que encarguen los buenísimos productos elaborados en el obrador de dulces celestiales, que solamente manos monjiles, manos de ángeles en la tierra, son capaces de ofrecer a quienes acudimos a ellas, las hermanas de Iesu Communio. Dejo aquí el enlace a la página web que estas religiosas tienen para endulzarnos la vida, porque otros se encargan de amargarnosla. Aquí está: http://www.tienda.iesucommunio.com/ Muchas gracias a todos. Tomás de la Torre Lendínez
Dulces encantadores de manos monjiles: Iesu Communio

| 23 noviembre, 2014