En el Blog El Olivo, a la sombra o al sol, he dejado demostrada mi afición a los toros, siguiendo a aquel jesuita el padre Cué y su libro Dios en los toros. Ahora me entero que la enmudecida plaza monumental de Barcelona puede convertirse previo paso por las obras de adaptación en una inmensa mezquita, seguramente, la tercera más grande del mundo. Por medio está la pela, el euro, poderoso caballero, don dinero, mas dos dos mil millones de euros, ofrecidos a la empresa propietaria Balañá, toda una estirpe linajuda en el mundo taurino. El dinero procede de un jeque árabe, quien con petrodólares mantiene al equipo de fúbol del Barcelona. Toda una jugada perfecta: se sustituye a Dios en los toros, por otra religión. Según parece el minarete de la posible mezquita sería más alto que la torre más elevada del templo de la Sagrada Familia. Más de 170 metros sobre el suelo se elevaría el minarete del almuecín. Durante estos manejos monetarios especulativos, aparece un jesuita, el padre Frances Xammar, quien estuvo en Nicaragua predicando el evangelio y la guerrilla según Marx, hasta que el muro de Berlín se fue al suelo. Regresó a la tierra catalana y se enroló en las huestes separatistas. En un acto público ha soltado esta soflama infumable: “La conciencia del pueblo está por encima de las leyes, respetar las leyes siempre, pero nunca cuando van contra la voluntad del pueblo. (…) Hay una permanente contradicción entre una clase dirigente conectada con los intereses geopolíticos de Madrid y nuestra voluntad de conquistar plena libertad. La actual arquitectura política que nos gobierna, me refiero al Estado de las Autonomías y a la Constitución ‘espanyola’, no es el fruto de la libre decisión de nuestro pueblo. A pesar del barniz democrático del actual gobierno central, su voluntad política es la de negar la existencia de Cataluña como pueblo soberano. Y aunque por ley tenemos actualmente ciudadanía española todos los que estamos aquí, nosotros no somos de nación “espanyola” ni por las costumbres, ni por las tradiciones, ni por la historia, ni por la lengua, ni por raíces jurídicas ni legislativas, ni por estructura económica (…) Nosotros somos de la ‘nació catalana’”. El gobierno central, del partido popular, debe poner en ejecución ya lo que hace más de dos años se presentó en una Iniciativa Legislativa Popular ante el Congreso de los Diputados: más de medio millón de firmas de gentes de toda España pedían que la fiesta de los toros fuera declarada patrimonio cultural, con lo cual un gobierno regional como el catalán dejaría de tener competencia para perseguirla. La Iniciativa se convirtió en ley hace más de un año. Pero nada ha cambiado. Seguramente, con el apoyo de todos los partidos, deben de haber encontrado alguna triquiñuela para no darle aplicación alguna y seguir tomándonos el pelo en nombre de la democracia. Si levantara la cabeza el jesuita padre Cué, tan defensor de la fiesta taurina, caería al instante ante el estoconazo de su compañero de la Compañía y ante la pasividad de un gobierno tumbado en la hamaca desde que llegó al poder con mayoría absoluta a finales de 2011. Recomendación Invito a leer mi última novela titulada: Crimen en los Sementales Su lectura es gratis, pinchando aquí: http://marianojv.esy.es//novela.html Tomás de la Torre Lendínez
Dos jesuítas y la mezquita en la monumental barcelonesa
| 25 junio, 2014
Hoy en La Vanguardia el alcalde Trias ha desmentido lo de la mezquita en la Monumental.
La religión relativizada. La moral relativizada. Y dentro de la moral relativizada, el subjetivismo de una secesión, que algunos quieren dictatorialmente imponer a la mayoría.
En fin, la mezquita es un marcador del futuro no cristiano de esta tierra. La apostasía generalizada trabaja aquí a mayor velocidad que en el resto de España.
Segun parece España va camino de ser una colonia de otros paises con otra religion. Triste destino de un pueblo que lucho ocho siglos para España fuera lo debia ser: un pueblo libre y unido.
Este jesuita esta perdido y perdiendo el tiempo en ideas tan absurdas como la independencia de la tierra catalana, mientras los obispos se pierden en silencios complices.
No creo que a Jesús le gustase ver una matanza de toros por puro placer
y para pelas algunos no son los mas adecuados para criticar por ejemplo los del Vaticano con sus gastos millonarios y ese Banco Vaticano lleno de fortunas de mafiosos de Italia y otros lugares, no es precisamente el Vaticano lugar donde destaque mucho la pobreza y humildad.
Ya sabe usted,don Tomás,que hasta entre los hijos de S.Ignacio hay borregos negros que de tanto nacionalismo y otros ismos se salen de madre y de padre…
Y en cuanto a la posible mezquita le diré que supongo harán que el muecín haga la oración en catalán…o la pela será la pela y tragarán.
Un abrazo.