Donantes

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Monumento a los Donantes de Sangre en Jaén
Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 31 Nuestra tierra de Jaén tiene dos líquidos de oro: el primero es el aceite que exporta y vende por el mundo entero. El segundo es la sangre de nuestros paisanos que la donan generosamente, sin dinero por medio, y se expande por otros lugares de España. Hace unos días fueron reconocidos como grandes donantes cien vecinos, que han entregado un alto número de ocasiones su líquido rojo para la salud de los recipientes necesitados de salud. Hermosos gestos dignos de ser analizados. ¿Qué opina la Iglesia Católica sobre la donación de sangre?. Lo admite y lo anima, porque entra en el conjunto de exigencias del quinto mandamiento de la Ley de Dios: No mates, o te mates y da vida a todo semejante. El donante de sangre es quien da vida a sus hermanos, sin conocerlos, es quien entrega su principio vital para que otros tengan más y mejor calidad de vida. En este sentido el donante, sea cristiano o no, da lo mismo, porque quien da su sangre por otras personas da lo mejor que tiene: el don de la vida y de la salud que es un regalo del Señor. Existen personas que aún tienen cegados los ojos sobre este aspecto. Conviene subrayar que la Religión Católica no se opone a la donación ni a la transfusión sanguínea dentro de la vida hospitalaria, porque la persona que da la vida a sus hijos dentro del matrimonio, es igual que el donante de sangre al entregarla a las autoridades sanitarias para que administren su líquido vital a otros que lo necesitan para salir de un bache en su salud personal. La ciudad de Jaén tiene el orgullo de poseer en su callejero una vía con el rótulo: Donantes de sangre; y en una de las rotondas de la avenida de Madrid se encuentra un monumento a todos los donantes de sangre, algo que no poseen otras localidades andaluzas. Cuando el consistorio permitió tales nombradías, es porque la sangre como principio vital une en el mismo vértice a todos los partidos políticos. Los donantes no católicos afirman que son dadores de sangre por altruismo. Pues bien. Los católicos decimos que lo hacemos en cumplimiento del quinto mandamiento del Decálogo, porque estamos convencidos de regalar vida a quien le falta, a soplar en los pulmones a quien se asfixia, a dar mejor calidad vital a quien está débil, es caridad. Nunca los donantes de sangre católicos hemos buscado los aplausos de nadie, todo lo contrario hemos preferido el anonimato, el último rincón para no salir en las fotos, pero hoy, en este campanario de papel, volteamos la campana de la alegría, porque entre esos cien jaeneros están los que sin buscar la notoriedad, las autoridades sanitarias los han sacado de sus archivos y han sido colocados al mismo nivel de los demás donantes, porque todos, creyentes o no, hemos salido de la mano creadora de Dios Padre. Tomás de la Torre Lendínez

Comentarios
0 comentarios en “Donantes
  1. Me sumo a este homenaje a los donantes de sangre, es impagable el altruismo de regalar vida, ellos dan su vida por los hermanos necesitados del bien de la salud. Que sirva de estímulo a aquellos que no se animan a dar el paso definitivo a ser donantes.
    PAX a todos y un abrazo don Tomás

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