El verano es tiempo de despedidas. Algunas son melancólicas, otras se extrañan más. Dentro del mundo de la televisión actual es muy difícil encontrar un programa que transmita conocimientos, asegure los adquiridos y abra puertas a lecturas posteriores.
Hoy hago mi despedida a “Los Catedráticos”, singular programa emitido en Libertad Digital TV, durante los últimos cuatro años, dirigido por Dieter Brandau, con la participación de los filósofos Agapito Maestre y Gabriel Albiac. Comencé a verlo cuando salían los viernes por la noche; luego pasaron al horario de tarde. Cuando no lo contemplaba en directo, lo hacía en la grabación colgada en Libertad Digital. Ninguno de los temas tratados me ha parecido fuera de lugar.
En una entrada en este Blog hace meses dije que Los Catedráticos me parecía uno de los mejores y más cortos programas televisivos, pero muy enriquecedor para los espectadores con un nivel cultural medio alto y con intenciones de conocer y leer.
La pretensión de divulgar la filosofía a través de conceptos propuestos por los espectadores lo han bordado en unos más que en otros, pero en general los objetivos lo han conseguido con creces; sobre todo este curso, donde invitaban a un tercer personaje conocedor del asunto a tratar.
Todos sabemos que Agapito Maestre no esconde el sentido cristiano de su vida; también conocemos el manifiesto ateismo de Gabriel Albiac. Desde estas posiciones tan personales los diálogos eran riquísimos en respeto y formas, en contenidos y explicaciones, en comparaciones y ejemplos vitales e históricos.
Ahora se marchan de la parrilla televisiva de Libertad Digital TV que entra en un proceso de reconversiones y cambios para la próxima temporada. En el último programa no cerraron la puerta a un nuevo diseño de Los Catedráticos, pero en el actual se despidieron de la gran audiencia.
Yo les despido, y les doy las gracias. Sus diatribas y polémicas las he utilizado en mis clases de Bachillerato; sus lecturas recomendadas las he comprado y me las he leído y subrayado. Siento mucho que se vayan de la programación.
Conozco que el grupo de Libertad Digital navega como todos los medios de comunicación: entre el cierre, la pobreza, y la muerte. Este grupo más o menos está sacando la cabeza dentro de las aguas procelosas por donde surcan hoy. La reestructuración se impone, es inevitable.
La pena para mí es que una de las pérdidas sean Los Catedráticos. Espero encontrarlos en la misma casa, aunque revestidos de otra forma.
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Tomás de la Torre Lendínez
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Lean, si les apetece:
‘Mi hermano, el Papa’, un libro recomendable para otoño
Blog del padre Tomás
http://tomas-de.blogspot.com/2011/07/mi-hermano-el-papa-un-libro.html
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