Mañana concluye la ocasión de presentar a la JMJ a la obtención del premio Príncipe de Asturias a la Concordia, por haber devuelto la esperanza y el optimismo a la sociedad. Me he adherido a esta campaña en la siguiente dirección Web:
[email protected]. Enviando un modelo de carta que está pinchando aquí.
Pienso que es un reconocimiento que si lo alcanzara la JMJ sería la guinda del pastel a toda una misión de pastoral juvenil que ha sido la mayor concentración de jóvenes cristianos de toda la historia de la Iglesia en España.
Hoy, invito a todos los lectores que lo deseen a unirse a esta petición que no supone ningún cargo económico, sino simplemente un reconocimiento de cómo la sociedad española y la de casi doscientas naciones más, agradecen el inmenso bien espiritual, moral y pastoral que ha supuesto la JMJ a los participantes y a los televidentes, celebrada en Madrid con la presencia de Benedicto XVI.
Aquella noche del sábado 20 de agosto, los Príncipes de Asturias estuvieron en la Vigilia de Oración, en Cuatro Vientos, con dos millones de jóvenes, que rejuvenecieron el corazón cansado de un Papa anciano pero dispuesto darles motivos de esperanza, alegría y fe en Cristo, dentro de su Iglesia. A pesar de la tormenta surgida y de las otras tormentas que zarandean la barca de San Pedro.
El hecho de que ahora se pida la cooperación para nominar a este importante acontecimiento como candidato al premio citado es un reconocimiento de justicia para el cual los motivos los conocemos de sobra todos los que hemos sido testigos en directo, o por medio de la televisión y demás medios informativos.
Existe una última motivación: En España se han celebrado dos JMJ. Una en Santiago de Compostela en el año 1989 con la presencia del Papa Juan Pablo II. La segunda la conocemos de modo suficiente. Las dos han sido organizadas por el mismo obispo, el hoy cardenal de Madrid, monseñor Rouco Varela. En el resto del mundo, nunca se han celebrados dos JMJ en el mismo país.
Ahora, la nación española tiene un débito de justicia moral si, llegado el momento, declara a la JMJ como el premio a la Concordia, porque jóvenes de casi doscientos países han convivido, rezado, cantado, reído, hablado y dirigido sus anhelos juveniles a Jesús de Nazaret, Divino Maestro del Amor y la Concordia entre todas las personas de buena voluntad.
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Tomás de la Torre Lendínez
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Lean, si les apetece:
Tras la JMJ, ¿qué hacemos?
Blog del padre Tomás
http://tomas-de.blogspot.com/2011/08/tras-la-jmj-que-hacemos.html
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