Siento mucho la muerte del gran escritor Juan Soto Viñolo, el guionista de Elena Francis, aquella voz que emitía el pensamiento de Soto, por las horas vespertinas, dirigido al mujerío español de varias décadas, quienes le enviaban cartas contando las alegrías y las penas de aquella España que salía de la pobreza y buscaba la libertad.
Conocí a Soto Viñolo, gracias a un amigo común, en Barcelona. Era un hombre vivaz, respiraba como español por todos los poros de su persona, amante del mundo taurino, de la farándula y del señorío de ser una buena persona.
Cuando en 1984 cesó el programa de Elena Francis, fue porque un profeta de calamidades anunció que a España no la iba a conocer ni la madre que la parió. Así ha sido. Soto Viñolo sintió que su mundo se acabó.
Descanse en paz, el buen amigo Juan Soto Viñolo.
Cuando