Dedicado a los que sí estuvimos en Colón

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He esperado a leer los ladridos de dos perros guardianes de un portal de luces de neón, conocido como el bazar de los sueños rotos. He deseado conocer la valoración de la Misa de las Familias de unos que no estuvieron.

Yo sí estuve. Soy testigo de primera mano. Amo a la Iglesia tal cual es, tal cual se presenta en Colón, con otro presidente del gobierno, o con éste. Me da igual. Con los kikos como militantes o con otros movimientos apostólicos. Me da igual. En la Misa de las Familias estaba la Iglesia, que peregrina en España. Esto me basta.

Los globos de Vidal si están pinchados hace muchos años, por eso no vende ni un paraguas para la lluvia fina de su Galicia natal. El cierre de Bastante está herrumbroso, por eso quien debe cerrar su kiosco es el dueño del mismo, aunque le suponga quedarse sin altavoz.

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Esta pareja de tenores deben plantearse su profesión de escribidores. No se puede hablar de religión con minúscula y digital, además, destilando un odio doble: al cardenal Rouco y a la Iglesia en España.

¿Se han colocado estos escribientes al dictado de otros, en la frontera del futuro, cuando el cardenal madrileño no esté en el ejercicio de su ministerio? ¿Contra quien irán sus dardos envenenados de odio personal e institucional a la Iglesia?.

El número de asistentes en Colón es insustancial para mí. El conteo de obispos presentes es relativo. Lo verdaderamente importante es que las familias presentes eran cristianas deseosas de alabar a Dios en la celebración de la Misa, escuchar el mensaje del Papa por videoconferencia y reafirmar su creencia en la familia católica llena de los valores que la doctrina de la Iglesia sostiene desde siempre.

Por esto, esté un partido u otro en el poder, los cristianos tenemos la obligación de estar en esta concentración de familias cristianas cada vez que seamos convocados en la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret.

Lo que realmente molesta a la izquierda viviente en la Iglesia es que se reúnan millares de personas en público para celebrar la Eucaristía. Les duele que ellos, los llamados cristianos de izquierdas, no juntarían nada más que a cuatro gatos.

Por lo tanto, me alegro de la participación de todas las personas que estuvimos en Colón; les agradezco que en la tarde de un día laborable estuvieran allí para testimoniar ante Dios que la familia cristiana debe ser declarada patrimonio de la humanidad; les animo a que sigan defendiendo los derechos que la familia cristiana tiene dentro de una sociedad plural; y que sigan creando familias cristianas porque es donde realmente se viven los valores evangélicos y morales contenidos en la doctrina de la Iglesia Católica.

Los demás pasarán: presidentes del gobierno, partidos políticos, escribientes al dictado de ideologías izquierdistas……Siempre permanecerá la Iglesia Católica, formada por familias cristianas que son iglesias domesticas. Esta es la fe de la Iglesia. Lo demás son ganas de dar tiros al aire.

Feliz año nuevo a todos, amigos.

Tomás de la Torre Lendínez

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