Cuando veo un documento de cuarenta páginas que firman más de 147 “colectivos”, que están integrados en otro “colectivo” más grande, es porque todos juntos caben en un autobús y no llenan la cola por miedo a marearse en las curvas y bandazos propios del tráfico denso de las vías por donde van.
Sus vías son tan viejas, tan caducas, tan insostenibles, tan parcheadas, tan onduladas, tan estrechas, que da pena leer un documento contra el Papa, la JMJ, y su celebración en Madrid, tan intelectualmente pobre y arcaico, que nadie firma, pero que está hecho con recortes pegados de otros manifiestos similares.
La Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en Madrid, Dios mediante, aunque este “colectivo” diga lo contrario. Lo rechazan porque, apuntan, la JMJ no tiene los mismos modos de actuar de Jesús, quien rechazó la tentación diabólica de subirse al alero del templo. Los millares de jóvenes que estarán en Madrid buscan a Jesús en el magisterio de Benedicto XVI, que sigue siendo el Jefe del Estado Vaticano, mal que les pese a estos anónimos firmantes.
La Iglesia no pierde su identidad cuando organiza estas grandes concentraciones de fieles, porque a Jesús le seguían las muchedumbres, y además, les multiplicaba los panes y los peces. Hoy la Iglesia usa los medios de comunicación en estas concentraciones de jóvenes porque quien no puede acudir se lo sirven en su casas las pantallas de televisión y las emisoras de radio. ¿Esto es pecado?.
Además, el Papa viene a subrayar el sentido profundo de una sola fe, un solo bautismo, una sola moral, un solo Señor, Cristo muerto y resucitado de entre los muertos. El relativismo laicista amoral y ocasional en las mayorías parlamentarias no es criterio de verdad para nadie, solamente para los borregos del pensamiento único.
Este importante acontecimiento cuesta 50 millones de euros, según apuntan los anónimos firmantes, quienes padecen la tentación de Judas Iscariote cuando protestó por el gran perfume que María le derramó a Jesús en la casa del fariseo que lo había invitado a comer.
El modelo de Iglesia que muestra las Jornadas Mundial de la Juventud no es democrático, sino jerárquico, tal como lo define el Concilio Vaticano II, a quien citan solamente cuando les conviene.
La Jornada Mundial de la Juventud se celebrará, aunque estos anónimos firmantes sienten envidia de que su iglesia a la “intemperie” con su ideología marxista, en los fondos y en las formas, solamente la tienen ellos, que nunca serán encargados de organizar nada, porque la ideología que les alimenta ya está en el museo de momias prehistóricas desde hace más de veinte años.
Por lo tanto, Benedicto XVI es bienvenido a Madrid. Los jóvenes son los grandes protagonistas de esos días de agosto. Y toda la misión pastoral juvenil que se está haciendo en cada diócesis permanecerá con la gracia de Dios de cara al futuro.
Tomás de la Torre Lendínez
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Lean por favor:
Programa cultural de la JMJ 2011
Blog del padre Tomás
http://hal2.blogcindario.com/2011/04/00066-programa-cultural-de-la-jmj-2011.html
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