En cuestión de diez dias los acontecimientos se han precipitado. El mandamás lee una conferencia donde afirma que todo es una balsa de aceíte. A las cuarenta y ocho horas la empresa larga a la calle a veinte profesionales. A estos le acompaña un fundador de 13 tv. Todo sigue tan tranquilo. Nadie protesta, nada se mueve en el espacio quieto y pacífico. Han pasado nueve días. De golpe entra una estrella más al equipo de deportes de la cadena, con un suculento contrato millonario. El comité de empresa convoca una reunión a la que no asiste el quorum necesario. El comité intercentros guarda silencio sepulcral. El malestar entre los trabajadores es por lo bajini, todos se quejan, pero ninguno desea sacar los pies del tiesto, vayan a cortarselos. Los medios informativos se preguntan con razón: Los expulsados de la Ser hace veinte días ocuparon la Gran Vía madrileña y protestaron, ¿dónde están los trabajadores de la Cope?, ¿están comprados o son unos pasotas?. Realmente, el paisaje laboral de la empresa Cope se divide en varias clases sociales: 1.- Los estrellas, bien pagados, con sueldos blindados hasta el año 2020. 2.- Los trabajadores con salario normal, según sus categorías laborales. 3.- Los becarios, si los hay, que ya saben sus papeles y su futuro. 4.- Los sindicados, presentes en el comité de empresa e intercentros, que valen un pimiento, pues pocos se fían de ellos, por su silencio y su inapetencia en la defensa de los demás. Los directivos están a verlas venir parapetados tras sus mesas ejecutivas. A los obispos les llegan las noticias en la última reunión de la permanente episcopal, pero no mueven un solo dedo. Mientras, los expulsados, uno de ellos, mi amigo, Juanma Rodríguez ha firmado con esRadio para entrar en la redacción de deportes. El anuncio oficial ha sido esta mañana. En la Ser han cambiado a la cúpula del poder. En Cope la cúpula del poder tiene bula para seguir haciendo mangas y capirotes por los siglos de los siglos. Tomás de la Torre Lendínez
¿Comprados y pasotas en Cope?
| 27 febrero, 2015
Es un grano de pus recubierto de crema de buen precio…hasta que estalla y salpica todo. Mejor que explote y que los obispos,si saben o quieren,hagan algo.
Un abrazo,pater.
Parece mentira que esta empresa tenga esa aparente paz social. Dentro se estara cociendo un plan donde la doctrina social de la iglesia sera papel mojado al lado de los resultados tan negativos que conocemos de la economia de la empresa.
Cope debe estallar por los aires dandoles en la cara a los dirigentes y los obispos, como dueños de la emresa. No hay derecho a que traten a los trabajadores como objetos de piezas de ajedrez, y estos se presten a ese juego sin defender sus derechos laborales.