Vísperas de mucho, días de nada. Así reza el refrán castellano imprimiendo para siempre que otro vendrá que de tu casa te echará. El juego de los pactos ha traído unos matrimonios tan raros que es difícil digerirlos. El odio y la venganza están paseando por los pueblos de España, con la correspondiente dosis de rencor y desquite. Ante esto, y ante lo que está por llegar es hora de preguntarse: ¿Qué tienen las izquierdas que idiotizan a personas de fuste intelectual?. ¿Qué hilos mueven para que curas, algún obispo en puertas de la jubilación y otros tipos similares se encandilen ante las promesas de los podemistas acostados con los socialistas, o ante las promesas de los peperos ayuntados con los de ciudadanos? Estoy curioseando al público español en general en los comportamientos de estos días y he llegado a la conclusión que desean escarmentar en cabeza propia, porque quieren, con ojos tapados y nariz cerrada con pizas de ropa, que lleguen otros, con tal que no sean los de antes. Uno que llama la atención ha sido Carlos Herrera en las páginas de ABC. Dice que la actitud del PSOE de pactar con «cualquier cosa que no sea el PP» es algo que «se puede entender». «Los populares han gozado de un poder exagerado durante cuatro años tremebundos y no han sido capaces de restituir el bienestar». «La consigna es: con el PP ni a recoger una herencia. Cordón Sanitario. Lo cual es legítimo, pero arriesgado», dice. En otro párrafo se dedica a defender a Zapatero. «No es justo» que se le tome por «la avellana de todos los males». Y a Carmona le pone por las nubes. «Equilibrado y racional», con «un programa sensato, de lo más razonable que se despacha». Un arzobispo que se atreve a dudar algo es el primado toledano, cuando ha afirmado: «Estamos esperando, a ver si es verdad y a lo mejor así Caritas se descargaría de tantas cosas que estamos haciendo y que otras instituciones no hacen», qu y ha insistido en que «hace falta» que ese Plan de Rescate Ciudadano «verdaderamente sea así» y se encargue de «los pobres, los descartados de este mundo». «Pero a ver si después se va a quedar en crear unos cuantos despachos, porque uno ya es viejo en estas historias». Vienen tiempos donde los vaivenes, los tránsfugas, los trileros, los embaucadores, se les acaba el tiempo de predicar sin dar trigo. Ahora o gobiernan, o mal gobiernan. A diario iremos viendo por donde nos conducen. Seguiré esperando y contando, porque el argumento de esta etapa viene muy cargado de novedades. Tomás de la Torre Lendínez
Carlos Herrera y el primado toledano
| 12 junio, 2015
Cada cual puede tener sus ideas,pero la Iglesia sólo debe velar por los fieles y por el Evangelio. Si no lo hacemos,merecemos el repudio del Señor.Un abrazo,pater.