La reacción ante el asunto de la ‘campanofobía’ en Jaén, ha propiciado que la Oficina de Prensa del Obispado ha emitido la siguiente nota:
‘Ante la resolución de la Comisión de medio ambiente del Ayuntamiento de Jaén relativa al toque de las campanas de la Catedral de Jaén, el Cabildo ha determinado iniciar una campaña de recogida de firmas entre la ciudadanía de Jaén solicitando al Ayuntamiento que se mantengan los tradicionales toques de campanas.
Esta campaña de recogida de firmas se desarrollará fundamentalmente en la catedral, las parroquias de la ciudad y los centros de culto de los alrededores de la capital hasta finales del presente mes de julio. Todas las personas o asociaciones que quieran unirse a esta campaña pueden descargar el impreso de firmas en la web de la diócesis de Jaén www.diocesisdejaen.es y en la web de la catedral www.catedraldejaen.org.’
Es tardía y tibia la reacción. Nunca en Jaén se creyeron que el asunto iba a llegar a los extremos jurídicos que ha tomado. Nunca se ha tomado en serio que la justicia es lenta pero firme. Nunca pensaron que la entidad municipal llevaría a cabo la ejecución de la sentencia del Tribunal Superior de Andalucía. 
Nadie se creía la historia del lobo, hasta que ha llegado. Y la campaña que se pretende comenzar con recogida de firmas en las iglesias de Jaén hasta finales del presente mes es un bridis al sol.
Ahora mismo en la ciudad de Jaén una buena parte de la población está de vacaciones. Otra mayor parte está instalada en las casas de campo situadas en las zonas menos calurosas del municipio.
Y la preguntas que se formulan los vecinos son éstas: ¿Cómo se ha llegado a esta situación?, ¿quien o quienes se han inhibido cuando debieron cortar por lo sano?, ¿quien o quienes pensaban que por ‘sus amistades’ nunca se conseguiría lo que ya está hecho?, ¿qué caminos legales existen para salir del asunto?.
Nosotros apoyamos la recogida de firmas, pero es tardía y tibia esta reacción. Ya veremos lo que pasa en el futuro inmediato.
Tomás de la Torre Lendínez
