Bienvenido, maestro y amigo Paco Pepe

Me alegra, Paco Pepe, que coloques tu nido de Cigueña en Infovaticana, ha sido una sabia decisión, de la que te alegrarás por muchos motivos con el paso de los días y los meses. Lo notarás volando, como es propio de una cigueña que se precie, y tu eres la mejor ejemplar de la especie en el mundo de la información y de la opinión religiosa. Lo acreditan tus cuarenta millones de lectores que te han seguido por los diversas torres donde han posado tu real nido hoy frondoso como siempre. Con ansiedad comencé a leer tus primeros post cuando iniciaste tu vuelo abriendo caminos de pionero en el mundo de la bloguería andante. Todos los que trás de tí hemos llegado somos amigos y sencillos imitadores de un caballero de pies a cabeza, donde tu estilo es inimitable, tus fuentes informativas son secretos exclusivos, que vas dosificando conforme conviene al devenir de la actualidad y tus lectores han crecido como hongos en los bosques en el otoño. En el largo camino que has recorrido has tenido éxitos como nadie. He escrito varias veces en comentarios y en post que eres el bloguero más leído en lengua castellana. No es una hipérbole. No, es una constatación que los contadores internos de la sala de máquinas de los portales, donde tu nido ha estado situado han marcado como el reloj suizo da las horas sin desviarse un ápice de su misión de marcar el tiempo que va pasando. Siempre, porque eres un hombre positivo y con esperanza cristiana mamada en la familia y enseñada a tu amplia prole, has cosechado muchos amigos, de verdad, amigos de corazón, a los que nunca has traicionado ni por un plato de lentejas ni por nada. Esa fidelidad en la amistad te seguirá en Infovaticana. Ni lo dudes. En la Iglesia del Señor, donde nos encontramos como hijos y hermanos, has conocido siempre a muchos curas, soy uno más de ellos, quien, desde la amistad y la discencia, te deseo un feliz vuelo en el nuevo nido de Cigueña de la torre, en Infovaticana, querido Paco Pepe, amigo y maestro. Un abrazo cordial. Y una oración al Señor por tí y toda su familia, a quien Dios guarde. Tomás de la Torre Lendínez