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El cardenal Antonio Cañizares Llovera, arzobispo de Valencia, ha erigido y bendicido como capilla martirial la carbonera del antiguo seminario diocesano, en la céntrica calle Trinitarios (en la actualidad es una residencia sacerdotal diocesana), donde fueron torturados numerosos mártires de 1936 a 1939. Varios de los mártires valencianos proclamados beatos por san Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001 fueron torturados y murieron en este lugar.
Desde el final de la Guerra Civil, la Carbonera pasó a ser lugar de oración privada y tras las citadas beatificaciones de 2001 se colocaron en ella unas lápidas con las personas allí martirizadas. Previamente a su bendición como capilla martirial se colocó una arqueta de mármol con las reliquias de las mujeres de la Acción Católica beatificadas en 2001.