El señor que aparece en la fotografía adjunta se llevó hace pocos días un enorme susto. Estaba en pleno programa en directo. Eran las 5,30 de la madrugada. Llega el momento en que los oyentes entran en directo, con la intención de ser ponedores de la calle. De pronto, entra una voz que le era familiar al señor de la foto. Se identifica con su nombre sin apellidos, lentamente el locutor reconoce la voz de su gran jefe de empresa, quien en tono distendido saluda a los oyentes y a los trabajadores de su emisora y de cualquier empresa que trabaja de noche. Intenta justificar su aparición en antena, como que estaba corrigiendo exámenes de sus alumnos universitarios. La situación terminó con el dicho de los oyentes del programa: Yo soy un ponedor de la calle. Moraleja: O el gran jefe empresarial no duerme, busca sorprender a sus trabajadores, o deseó marcarse un punto a su favor como gran jerarca de su nave radiofónica. Pongan, amigos lectores, el nombre a ese gran jefe empresarial. Tomás de la Torre Lendínez
Alguien no duerme

| 12 enero, 2016
El Mal nunca descansa. El demonio nunca duerme. Podría haber titulado de forma más osada, don Tomás