| 12 enero, 2017
He visto la película Silencio. He guardado silencio sobre ella a caso hecho. Mientras, he leído todas las opiniones que se han vertido sobre la cinta citada.
Respetando a todas las personas que han afirmado que nunca la verán, o a los que la han contemplado pero sus opiniones son negativas, un servidor se queda con la opinión del gran cinéfilo Juan Manuel de Prada, quien en su artículo publicado en el periódico del Vaticano, con fecha de ayer 11 de enero, hace un análisis sobre la película Silencio, que rompe todos los moldes que hasta ahora había leído sobre la misma.
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Felicito a Juan Manuel una vez más. Y conste en acta mi total acuerdo con su manera de entender la gran película Silencio.
Yo critico a De Prada cuando me parece criticable, como en el comentario de esta película, y comparto su opinión cuando me parece compartible, como en sus fabulosos artículos » Un lío sinodal » y otros muchos, en que se critica la postura clerical de ponerse de rodillas ante el mundo. Otros lo critican o alaban sistemáticamente. Por último los hay también quienes lo alaban ahora, en que parece acercarse a Bergoglio, cuando lo criticaban a muerte antes.
¿Caridad? Pero si sabía que de todas maneras iban a matar a esos cristianos si ellos mismos no apostataban. ¿No sería más bien cobardía?
Recomiendo leer el libro, donde -a mi entender- queda claro que Rodrigues, tras muchas dudas y extremos sufrimientos físicos y espirituales- decide morir en vida (apostatar) para salvar las vidas y las almas de los campesinos japoneses.
Y me hace gracia ver cómo los que hace un par de días defendían a Juan Manuel de Prada lo acusan ahora de «domesticarse».
Me hacen gracia los comentarios de los frikis que visitan este blog. Lo de pretender que Prada ha cambiado sus posiciones es de risa. Simplemente, sois pobre gente fanatizada que odiais ciegamente a vuestro Papa y todo lo que pensáis que el Papa apoya tiene que ser malo por necesidad, aunque sea un equipo de fútbol.
Y en vuestro delirio pensáis que si a una persona le gusta una película que al Papa también le gusta la pelícual tiene que ser herética, aunque sea Ciudadano Kane. Dais bastante pena.
Aquí van las pruebas del terrible cambio operado en Prada, con enlaces a sus últimos artículos, panda de talibanes:
http://www.religionenlibertad.com/ultima-batalla-54203.htm
http://www.religionenlibertad.com/operacion-corazon-abierto-54147.htm
http://www.religionenlibertad.com/trastorno-del-universo-54037.htm
http://www.religionenlibertad.com/tomad-libertad-religiosa-53872.htm
Desde su entrevista con Buenafuente, donde incluso hizo un guiño a favor de Zapata minimanzando sus chistes sobre Irene Villa y donde repetía la broma de que quería un trio con Putin y Trump, viene haciendo un viraje para volver a la línea oficial de la que se demarcó cuando criticó a Francisco. Su búsqueda era volver a L’Osservatore Romano y también sabía que solo lo podía hacer siguiendo la línea oficial. Qué pena.
Juan Manuel de Prada viene demostrando (y cada vez más) que es altamente permisivo con cualquier tipo de pensamiento. Por muy progreflauta que sea una corriente, tarde o temprano encontrarás un texto de Juan Manuel de Prada bien defendiéndola, bien haciéndole un guiño. Con lo único que tiene tolerancia cero es con el capitalismo (no es que matice ni corrija el capitalismo, es que, directamente ni agua). Pero aparte de eso, con lo que no sea capitalismo, «ancha es Castilla» para él.
Brad Miner no piensa lo mismo. Entiende que presenta la apostasía como un acto de caridad. Yo me fiaría más de Juan Manuel de Prada si hubiese publicado su artículo en otro periódico. l ‘Osservatore hace tiempo que dejó de ser fiable. Lamentablemente.http://www.iltimone.org/35528,News.html
Brad Miner no piensa lo mismo. Entiende que presenta la apostasía como un acto de caridad. Yo me fiaría más de Juan Manuel de Prada si hubiese publicado su artículo en otro periódico. l ‘Osservatore hace tiempo que dejó de ser fiable. Lamentablemente.
Me choca tanta alabanza a la película y al libro. Todavía me choca más su encargo desde l’Osservatore Romano, cuando ha criticado con firmeza y fiereza este pontificado.