Acaba de hacerse público el EGM, el Estudio General de Medios, donde aparece que Federico se queda en igual número de oyentes, sube el programa de César Vidal y baja la Tarde de Cristina.
A pesar de que nadie sensato se cree los resultados del EGM, este es el baremo que utiliza la publicidad para encargar campañas a nivel nacional. Es decir, aquí está la clave de la cuenta de resultados económicos de la cadena radiofónica.
Convendría que los obispos, que están reunidos en Madrid, sepan este dato para contar con otra razón más para tomar las decisiones que deseen en el asunto Cope, tal como deciamos en la carta abierta que les dirigiamos el domingo pasado.
Con un análisis más pormenorizado, el oyente de Cope, ante la bajada del programa de Cristina, está demostrado que no desea tanto “confesionalismo” católico, sino sencillamente mostrar un programa de radio para las tardes, que están tan disputadas como las mañanas desde las varias cadenas de la competencia de radio.
Como sabemos que la carta del domingo pasado ha sido leida por varios obispos en sus portátiles; ahora les añadimos este dato para que les sirva a reflexionar con rectitud y no se tiren por la borda del barco sin roscos salvavidas de la propia cadena de radio Cope.
Tomás de la Torre Lendínez