Según reporta Religión Digital en un artículo escrito por Irene López Alonso (ver aquí) se produce un desafortunado uso de catedrales (no sólo de Toledo) ofrecidas por empresas en exclusiva, a puerta cerrada y fuera de horario, e incluyendo cenas en el claustro catedralicio. Si se confirma esta información, una cosa hay que señalar: las cenas serían en el claustro de la catedral, y no en la catedral misma. Pero también hay que decir que los mercaderes a los que Jesús alejó a golpe de látigo estaban fuera del Templo. La casa de Dios para Dios, y aunque la Iglesia necesite dinero para que ésta se mantenga, mucho cuidado con lo que se hace. Porque cenitas en exclusiva, y según Alberto López, el responsable de la compañía Rutas de Toledo en el reportaje «el Greco más chic», que los demandantes puedan «pedir lo que quieran. Desde que se ilumine la catedral cuando lleguen, hasta una cena privada en su claustro», pues qué quieren que les diga, para mi es una vergüenza. Lo de menos es que un grupo de obispos quiera visitar la Catedral en privado. Esto no es escándalo sino hasta lógico. Ni siquiera lo es tanto que lo hagan un grupo de fieles en un contexto sensato. Lo malo es el sesgo de exclusividad y frivolidad que las empresas dan a las visitas, con mucho dinero por medio y dando un uso no debido a la Casa del Señor. Visitar Templos se ha hecho siempre. De esta forma, no.
USAN EL CLAUSTRO DE LAS CATEDRAL DE TOLEDO COMO RESTAURANTE
| 31 julio, 2014
Esta noticia es triste y lamentable.Es una falta de respeto el organizar cenas en el claustro de un templo de culto.Esas visitas privadas ofrecen una imagen de la Iglesia que nada tiene que ver con el espíritu del Evangelio.Ojalá se suspendan y quienes dieron su consentimiento recapaciten.
«Poderoso caballero es don dinero».
Triste y escandaloso este acto, claro que si hubiera sido para dar de comer a los hambrientos y sedientos, que nos topamos por las ciudades, no me parecería nada mal. Seguro que el que dispersó a los mercaderes del templo, también lo hubiera hecho en ese momento. Me uno a su crítica don Tomás y espero que tomen nota los que organizan estos eventos escandalosos. El fin no justifica los medios y no deseo que alguien convierta la casa de Dios en una cueva de ladrones.
PAX a todos.