Tradición a instaurar el día de Reyes

La realidad de los católicos suele ser la de familias supervivientes en una fe que desafortunadamente ven cómo sus allegados se desligan de la Iglesia y que no saben ni siquiera cómo mantener unidos en Cristo a sus propios hijos. Ante este panorama es inteligente religar las tradiciones más populares cristianas (como el día de Reyes) con rituales particulares que nos acerquen a Dios y que se hagan imprescindibles todos los años. Familia que reza unida, permanece unida. Pero muchas veces las familias desligadas de esta buena costumbre no saben cómo retomarla sin el rechazo de sus hijos. Pues aquí ofrecemos unas ideas que de manera natural, incluso para personas bastante separadas de los sacramentos, puedan reconducir la situación. Son los primeros pasos de un camino, y no los únicos. PROPUESTA EL DÍA DE REYES: 1) Los regalos están preparados y guardados en una salita cerrada. Los regalos los abrimos todos juntos, entrando a la vez la familia en la salita. 2) Antes de entrar en la salita, rezamos por los familiares difuntos del padre de familia, rezamos por los familiares difuntos de la madre, y por último por todos los seres queridos que ya no están con nosotros. Se puede rezar mirando al belén, que para algo está. 3) Abrimos la puerta, abrimos los regalos, disfrutamos y preparamos nuestro regalo a los necesitados. Un donativo especial que, como si fuese un familiar más, cada uno ha dispuesto para los pobres. 4) Vamos a misa. Nos arreglamos porque es un día importante: chaquetas los hombres, vestidos las mujeres. 5) La misa de hoy es especial. Hoy es un día que se puede instaurar como de obligada confesión, comunión e importante donativo. 6) En la colecta damos nuestro regalo, nuestro importante donativo a los más necesitados, que también merecen regalos el día de Reyes. Es importante que los niños también se responsabilicen y aprendan a dar parte de su dinero. A educarlos en la caridad y en prescindir de parte de lo suyo para darlo a los demás. 7) Acaba la misa, vamos juntos a casa del abuelo, por ejemplo. 8) Comida todos en familia. No nos olvidemos de la bendición… ¿Por qué no dejamos que hoy bendigan los niños? ¿Qué les parece? Pues si les parece bien, sin pereza, manos a la obra. Y propónganlo a su familia y amigos.