Recientemente leí en la Cigüeña de la Torre una reflexión sobre las capacidades del Papa para viajar y su posible renuncia. También recuerdo cómo antaño se habló de que uno de los motivos de la despedida de Benedicto XVI fueron sus dificultades para participar en la JMJ de Brasil. O cómo empeoró la salud de Juan Pablo II de tanto vuelo a tan avanzada edad. Antes de Juan Pablo II (¿Pablo VI?) los viajes no eran conditio sine qua non se ejerce el pontificado petrino. Y la cosa iba bien. Estupéndamente bien. Yo no digo que los viajes no constituyan una fantástica oportunidad de evangelización: entusiasman al pueblo de Dios y refuerzan su fe. Solo digo que cuando un Papa esté en condiciones óptimas de salud es lógico que viaje; cuando no esté tan bien, que modere los vuelos; y cuando no sea posible, que tenga carácter y se quede en Roma, que no pasa nada. Lo fundamental de un Papa es conservar la doctrina, hacer buenos nombramientos y controlar a la Iglesia desde el Vaticano. Hoy día, gracias a los medios de comunicación, una palabra suya llega a la otra punta del planeta sin necesidad de un avión. ¿Se imaginan ustedes cinco años menos de pontificado de Pío X por no poder ir a una JMJ? De locos. Hay cosas más importantes.
Su Santidad: no hace falta que viaje siempre
| 08 julio, 2015
Pienso que estos viajes, sobre el papel, están bien, pero en la dura realidad y teniendo en cuenta la edad del viajero, son una locura; son una gran espectáculo pero también son un matadero porque el pobrecito abuelo se agota y él lo confiesa sin tapujos diplomáticos. Pero hay otros «ademases non santos» que tiñen estos excesos de mercadotecnia y de penurias de la multitud, muy feliz en apariencias y muy agotada también; además que los dispendios se disparan para muchísima gente, e imagino que las arcas de Pedro podrían velar con prudencia esos dispendios. Y si los costean los Estados, mal asunto, de entrada y de salida porque los Estados los detraen de los servicios sociales de su gente y de los impuestos de las mismas. Por todas estas conjeturas, opino, que deberían evitarse. Además que la fe es,como sabemos, algo más que una romería.
A mí me parece que párrafos como este: «Lo fundamental de un Papa es conservar la doctrina, hacer buenos nombramientos y controlar a la Iglesia desde el Vaticano. Hoy día, gracias a los medios de comunicación, una palabra suya llega a la otra punta del planeta sin necesidad de un avión.» del artículo, denotan personas que ni consideran la acción de Dios en la vida de la Iglesia y su influjo en la persona del Papa, y que hay una Voluntad de Dios concreta en el presente para cada quien. Luego, cualquier afirmación categórica demuestra rigidez.
Si el Papa viaja a pesar de su edad, sabe lo que es abrazar la cruz de Cristo, y seguir Su Voluntad, si el anterior no pudo hacerlo, también siguió la Voluntad del Padre.
Demasiada rigidez se observa por aquí.
A mí me parece que párrafos como este: «Lo fundamental de un Papa es conservar la doctrina, hacer buenos nombramientos y controlar a la Iglesia desde el Vaticano. Hoy día, gracias a los medios de comunicación, una palabra suya llega a la otra punta del planeta sin necesidad de un avión.» del artículo, denotan personas que ni consideran la acción de Dios en la vida de la Iglesia y su influjo en la persona del Papa, y que hay una Voluntad de Dios concreta en el presente para cada quien. Luego, cualquier afirmación categórica demuestra rigidez.
Si el Papa viaja a pesar de su edad, sabe lo que es abrazar la cruz de Cristo, y seguir Su Voluntad, si el anterior no pudo hacerlo, también siguió la Voluntad del Padre.
Demasiada rigidez se observa por aquí.
cierto, antes los Papas no viajaban, y no era necesario.
Ni hablaban en radio, ni mandaban tuits!
Pero estamos en el siglo XXI. La humanidad ha cambiado, viajar, estar físicamente cerca de la gente, interactuar con la gente en tv, en twitter, dar entrevistas… es algo consustancial a cualquier liderazgo. Y del Papa esperamos que sea el líder (en el sentido auténtico de la palabra) del pueblo de Dios.
Para estar a la cabeza de la Iglesia en el siglo XXI se necesitan unas cualidades y acciones distintas que en el siglo XVI o en V. Y eso ni es malo, ni bueno, es … diferente.
Me extrañó que Benedicto XVI no asistiera a los congresos eucarísticos internacionales de Quebec (2008) y Dublín (2012), los únicos de este ámbito tenidos durante su pontificado. El beato Pablo VI asistió al de Bombay (1964) y al de Bogotá (1968). No acudió a los de Melbourne (1973) y Filadelfia (1976). San Juan Pablo II tenía previsto asistir al de Lourdes (1981), pero el atentado se lo impidió. Sí asistió a los de Nairobi (1985), Seúl (1989), Sevilla (1993, el tercero celebrado en España después de Madrid, 1911 y Barcelona, 1952), Wroclaw, Polonia (1997) y Roma (2000). No asistió al de Guadalajara, México (2004). La próxima cita es el año que viene en Cebú (Filipinas) y pienso que Francisco debería asistir.
Los Congresos Eucarísticos fueron idea de una laica francesa, María Isabel Emilia Tamisier (1834-1910), quien quiso que con estas celebraciones la devoción al Santísimo Sacramento cubriera la redondez de la Tierra. Fueron aprobados por el papa León XIII y el primero de ámbito internacional tuvo lugar en Lille (Francia), en 1881. También los hay nacionales y diocesanos.
Los viajes de los últimos Papas han sido de gran importancia para fortalecernos en nuestra Fe. Gracias a ello, muchos que no han podido acudir a Roma, han recibido su apoyo de forma directa. Han sido como el buen pastor que sale en busca de sus ovejas. En Sevilla por ejemplo creció de manera significativa el número de entradas en el seminario a raíz de la visita de San Juan Pablo II.
El beato Pablo VI fue el primer papa que viajó en avión y en helicóptero y pisó los cinco continentes. Sus viajes fuera de Italia eran breves: de 1 a 5 días aproximadamente. Sólo hizo 9 en 15 años de pontificado. El más largo, el último, de unos 10 días de duración, le llevó a Filipinas y Australia con escalas en Teherán , Pakistán Oriental (actual Bangladesh, que acababa de sufrir los efectos de un maremoto que causó miles de víctimas), Islas Samoa, Indonesia, Hong Kong y Ceylán (actual Skri Lanka), a finales de 1970. Tenía 73 años. Nunca visitó dos veces el mismo país. Falleció el 6 de agosto de 1978.
Cuando el Pastor está en Roma haciendo lo que
corresponde a su ministerio,
las ovejas saben a quien mirar y a quien escuchar.
…………….
Cuando el Pastor viaja para transmitir
la doctrina de la Iglesia Católica
dando testimonio de Jesucristo,
las ovejas se alegran
……………….
Cuando el papa viaja para
calentar a las multitudes y transmitir
mensajes sibilinos sobre el próximo sínodo.
las ovejas no entienden nada y se cabrean.
………………….
Cuando el papa hace esto último
está perdiendo su dignidad como
Vicario de Jesucristo
y no merece ser respetado.