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¿Se armó con la Conferencia de Schneider?

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Schneider paseando por Sevilla

Magistral conferencia del obispo Atanasio Schneider. El salón de actos del  histórico Círculo de Labradores, con aforo para 300 personas, lleno hasta la bandera, sin caber un alfiler, con oyentes de pié y con un llamativo sector joven, no habitual en las conferencias impartidas en este club social. Al parecer en la misa tridentina, en la parroquia de Santa Cruz, bastante grande, más de lo mismo superando toda previsión.

En Sevilla cundía el pánico. ¿Qué irá a decir este obispo? ¡Seguro que atacar el magisterio del Papa!

Pues no. La conferencia fue sobre María, vencedora de todas las herejías, y se habló de María, vencedora de todas las herejías.

Y este obispo, que sigue ejerciendo como tal sin ser excomulgado, sin ser puesto en situación de entredicho, sin ser destituido por el Canon 401.2, sin amonestación alguna, sin que el Papa lo examine con visitas apostólicas, siendo tan obispo como cualquiera, parece que algunos lo veían como un hereje y desde luego lo trataban como tal, pero a la manera de antaño, no a la de ahora poniéndole una estatua en el aula Pablo VI del Vaticano.

Schneider es tan solo (nada más ni nada menos) un apóstol que jamás ha contradicho la doctrina de Nuestro Señor, y que lo que haya criticado acerca de cuestiones temporales, guste o no, se esté de acuerdo o no, lo ha hecho con plena legitimidad, cosa que no se entiende en estos tiempos de apología de la sinodalidad, de bandera del diálogo y la inclusión, de necesidad de la autocrítica ante los grandes males que ha cometido la Iglesia, de expresar nuestras diferencias, de democracia eclesial, y del Papa como simple obispo de Roma.

En la conferencia se habló de María Santísima, de Cristo, de la Verdad, de la Fe, alabando a Juan Pablo II y citando la constitución dogmática Lumen Gentium del Concilio Vaticano II.

En el turno de preguntas algún asistente inquirió al obispo por la situación actual de confusión en la Iglesia, con la prudencia de no nombrar a nadie en particular. Monseñor Schneider dio la lógica respuesta: oración, miras en Cristo, confiar en Dios para que Él guíe nuestra Iglesia sin creer que nosotros íbamos a conseguir más que Su mano, y desaconsejar toda polémica que pudiese afectar la Unidad de la Iglesia. Ni una sola crítica al Papa. Ni una sola llamada a la división.

¿Qué se esperaba la gente? 

Muchos sí sabíamos qué esperar: un obispo hablando de la Verdad sin circunloquios, sin poesía vana en el arte de intentar no decir nada, sin bromas empalagosas para rogar el favor del público sino simplemente haciendo un llamamiento a la Fe, en este caso con la ayuda de María, con una claridad que sorprendentemente cuesta encontrar incluso en apóstoles fieles.

No tengan miedo a los obispos como Schneider y teman más bien a los sacerdotes infieles que en casi toda parroquia pontifican diariamente desde los ambones para atacar a la verdadera Unidad de la Iglesia, que es la de la Fe, la que se construye sobre Cristo.

Comentarios
8 comentarios en “¿Se armó con la Conferencia de Schneider?
  1. Abundando mas en lo que comentaba antes. Si usted tiene razón completa, entonces esos prelados buenos y fieles están omitiendo una parte importantísima de la explicación. Y no se puede hablar de cada caso o de casos especiales, porque en ese tema me temo que son todos muy parecidos. Hay un matrimonio roto anterior y se quiere a una nueva persona. A mi me resulta muy complicado pensar como unos amancebados con hijos, o incluso sin hijos que pretendan vivir juntos, pueden dejar de considerarse pareja aunque lo intenten, digamos por disciplina. ¿Es que no pueden quererse si respetan a sus conyuges verdaderos?
    Me parece una cuestión de moral muy actual y alguien no lo esta explicando adecuadamente y es algo importante.
    No tengo un interés personal en ello, pero si de Fe. Tengo gente a mi alrededor en esa circunstancia y me gustaría poder orientarles adecuadamente. Por primera vez en mi vida no estoy seguro de una cuestión moral.

  2. Estimado Blogger, pues si esto que usted dice es cierto en toda su magnitud, es decir que dos amancebados además de no tener relaciones sexuales deben, digamos resetearse el cerebro para no considerarse pareja viviendo juntos, y solo así podrían comulgar, lo cierto es que lo que estan diciendo importantes autoridades de la Iglesia, como Muller, y como lo estan diciendo, se entiende como que solo con evitar las relaciones sexuales es suficiente. Y creame que no estoy haciendo una interpretación interesada o sesgada. Le aseguro que yo me acerco a esta cuestión de manera completamente abierta y aceptando siempre la autoridad de la Iglesia, lo que ocurre es que por primera vez en mi vida no tengo claro cual es esa autoridad o la postura auténtica.
    Hay otros temas como los anticonceptivos tipo preservativo, que yo creo que en muchas circunstancias deberían ser permitidos y no solo en caso de enfermedad. Sin embargo yo acepto el criterio superior de la Iglesia, porque entiendo que tiene doctores que han estudiado el tema de manera mucho mas profunda que yo. Pero es que en ese tema, salvo los heterodoxos esta muy claro, pero en este de los amancebados, no lo tengo tan claro, porque he leido un monton de comentarios de personas con conocimiento poco sospechosas de heterodoxia (salvo la etapa jacarandosa de Muller), y de hecho en la familiaris consortio se dice mas o menos así, que hacen hincapie solo en evitar relaciones sexuales, y no son un comentario o dos sino muchos.
    Si lo que usted dice ahora, que creo que esta vez lo ha explicado muy bien, es correcto, entonces le tengo que preguntar yo a usted, con respeto y sin deseo de inquirir por inquirir, ¿porque de hace varios años a esta parte desde antes del sinodo, todos los prelados serios que han hablado de este tema solo han explicado lo de evitar las relaciones sexuales y no el sentido pleno que usted explica?
    La verdad no es cuestion de democracia, es o no es, y soy consciente de que aunque usted sea uno puede tener razón frente a todos esos prelados, pero no me negará usted que a mi como católico de a pie la situación me desoriente un poco.

  3. Estimado Juan Nadie:
    Gracias por su respuesta. Varias apreciaciones:
    1) ¿No ve extraño que esto se escriba en una carta a los obispos en vez de hacerlo en la Familiaris Consortio, de manera general, especificando que pueden comulgar los vueltos a casar mientras vivan en castidad? No es solo cuestión de evitar escándalo, sino que de lo que habla Ratzinger es mucho más complejo.
    2) Como iba diciendo, el documento es una carta dirigida a los obispos, no a los fieles, para que ellos juzguen tomando de base la Familiaris Consortio. No es la generalidad de que con una nueva unión, en castidad, ya puedan comulgar. Son los obispos los que, teniendo en cuenta variadas circustancias, discernirán. ¿Y cuáles son estas circunstancias?
    3) Si recuerda usted, el punto central de mi exposición no era la importancia tanto del papel del juzgado que acreditaba el segundo matrimonio, sino la conciencia de los amancebados de SENTIRSE PAREJA, sea en castidad o no. Por decirlo de otro modo, yo puedo vivir con un compañero de piso y no sentirme su pareja. Si ellos rompen de facto sin presentar papeles de divorcio, incluso viviendo juntos, lo más importante no es la castidad (que también) como la asunción de que NO son realmente pareja.
    4) El párrafo cuarto de la carta, que va al meollo del asunto, no habla exactamente de que ellos puedan sentirse como pareja pero en castidad, sino de estar «sinceramente dispuestos a una forma de vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio.» Para mí esto implica que NO se pueden sentir como pareja. Continúa explicando que esto incluye no tener relaciones sexuales. Obviamente.
    5) Por aclararlo más aún: si no se quisiera, como dice el documento, “contradecir la indisolubilidad del matrimonio», un hombre y una mujer que se sientan pareja, aún en castidad, no podrían comulgar. Si un hombre y una mujer no se sienten pareja, viven en castidad, pero deciden seguir viviendo juntos por los hijos, según la carta pueden comulgar, y aun así solo si el obispo lo ve conveniente.
    6) ¿Mi opinión? Estas disposiciones son absolutamente falibles (como bien sabe usted, infabilidad solo en otro tipo de casos) y por tanto afortunadas o desafortunadas, sean por parte de un obispo o incluso de un papa, sea cual fuere éste. Lo que sí es infalible es el dogma del matrimonio y la verdad de que la eucaristía se ha de tomar en estado de gracia. El entonces obispo Ratzinger, en esta carta (una sola carta escrita hace más de 20 años, y solo dirigida a obispos y mediando su discernimiento) no daba una disposición a los fieles para poder comulgar mientras estuviesen en castidad. Lo escribía a los obispos, para que discerniesen, con numerosas premisas, y aun así creo que la carta no fue afortunada porque daba lugar a la confusión, más que nada porque debería explicitarse el punto de que no se pueden sentir como pareja (no basta con la deducción implícita o la referencia a la Familiaris Consortio), porque en estas situaciones la gente se engaña a sí misma, y porque también hay que pensar en la ofensa que este modo de vida (aún en castidad) supone al matrimonio válido, igual que un novio que vive con otra mujer en castidad, aun no pecando en sí (?) falta el respeto a su novia.

  4. Estimado Blogger:
    Disculpe que le incluya un comentario off topic, pero es que usted me lo había pedido y yo se lo había prometido.

    ¿Se acuerda que usted siempre me reclama que le cite algún documento papal o doctrinal donde la Iglesia admita la posibilidad de que dos divorciados y amancebados, que decidan dejar de serlo seriamente y vivan more fraterno puedan comulgar?

    Pues es fácil:Carta de Ratzinger a los obispos sobre la recepción de la comunión por parte de los divorciados que se han vuelto a casar:
    http://infovaticana.com/2016/12/02/carta-ratzinger-los-obispos-la-recepcion-la-comunion-parte-los-divorciados-se-vuelto-casar/

    Carta de Ratzinger a los obispos sobre la recepción de la comunión por parte de los divorciados que se han vuelto a casar
    http://infovaticana.com/blogs/cristo-era-sabio/

    Le transcribo los párrafos mas directo sobre la cuestión:
    «Para los fieles que permanecen en esa situación matrimonial, el acceso a la Comunión eucarística sólo se abre por medio de la absolución sacramental, que puede ser concedida «únicamente a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a una forma de vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concretamente que cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, -como, por ejemplo, la educación de los hijos- no pueden cumplir la obligación de la separación, “asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos”»(8). En este caso ellos pueden acceder a la Comunión eucarística, permaneciendo firme sin embargo la obligación de evitar el escándalo.

    5. La doctrina y la disciplina de la Iglesia sobre esta materia han sido ampliamente expuestas en el período post-conciliar por la Exhortación Apostólica Familiaris consortio».
    Espero con gran interés su respuesta. Le tengo por un hombre serio, pero en este caso, constato que se produce una contradicción o una falta de concordancia entre la enseñanza de la IGLESIA sobre esta cuestión y sus planteamientos doctrinales. Creo que es algo importante y actual y que usted, dado que escribe públicamente debería aclarar esta cuestión en público. O Ratzinger y la familiaris consortio están equivocados, o lo estas usted. Es el principio de no contradicción de los Dubia, pero aplicado a este caso.
    Si lo que dice Ratzinger como prefecto de la congregación para la doctrina de la Fe es cierto, y valido, no puede usted predicar una exigencia mayor que la que pone la misma Iglesia, y si lo hace, como de hecho lo hace debería usted explicar seriamente porque lo hace y en que se basa. Creo que no somos los lectores los que debemos aportar documentos, sino que es usted el que debe de hacerlo si no quiere comprometer su seriedad y su coherencia, y si pretende que le tomemos en serio. Y lo digo con todo respeto, presuponiéndole toda la buena voluntad del mundo, algo que no puedo otorgar a muchos obispos.

  5. Fue monseñor Schneider el que le cantó las cuarenta al camino hace poco tiempo, desde luego no se muerde la lengua. Reconozco que fue un artículo arriesgado, pero ahora conociéndolo más lo veo en perfecta sintonía con el magisterio

  6. Muy buena información, aunque me gustaría hacer una precisión, que no corrección. Yo estuve también en la conferencia, el obispo no entiendo que desaconsejara toda polémica en ningún momento, de hecho ha estimulado y promocionado con su presencia y bajo la pancarta de adelante la fe una web que es posiblemente la más polémica en España (hablo de webs serias con importantes visitas).

    Lo que allí ocurrió fue que una señora, yo estaba muy cerca, en las preguntas empezó a hablar de cuestiones apocalípticas y sedevacantistas hablando de la bula cum apostolicus y todo ese rollo que suelen soltar los sedevacantes… como la señora seguía y viendo el percal que tomaba su discurso desde la mesa la interrumpieron diciendo que por favor hiciera una pregunta concreta y se dejara de exponer teorías. Ella en concreto terminó preguntando que qué había que hacer con toda esa información, cómo difundirla (información apocalíptico-sedevacantista). El obispo, con buen criterio, le dijo que el desaconsejaba que se metiera a difundir ese tipo de información que llevaba a la polémica estéril y la confusión y que se centrara más en llevar una vida de Fe y oración, que es el mejor consejo que se le puede dar a alguien con esas inquietudes.

    Creo que es importante precisar esto porque de la lectura de este texto puede entenderse que el obispo ha sugerido que estemos todos calladitos, cuando por activa y por pasiva ha estimulado a los laicos a hablar ante el silencio de los pastores, yo mismo un momento que pude charlar con él le pregunté si los laicos debíamos hablar y me dijo que por supuesto que sí, es ahora mismo una obligación absoluta de todos sin excepción.

  7. Todo un ejemplo de obispo fiel a la Iglesia.
    Tomo nota de sus consejos y me siento agradecida por ellos.
    Confieso mi actitud crítica y tratare de enmendarla y rezar más por el Santo Padre Francisco

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