Tres buenas homilías acerca del Sínodo de los obispos por parte de Santiago Martín, fundador de los Franciscanos de María.
La primera sobre la división del sínodo: PINCHAR AQUÍ La segunda sobre la opacidad informativa del sínodo: PINCHAR AQUÍ La tercera sobre la comunión en gracia de Dios: PINCHAR AQUÍ Este sínodo está poniendo en un duro brete a los sacerdotes y a los laicos que quieren a Cristo y que no están dispuestos a cambiar Su Palabra sobre la eucaristía. No hay derecho ¿Qué dicotomía puede existir entre la pastoral y la doctrina? ¿Apología de la incongruencia? ¿Y acaso la doctrina no versa precisamente sobre la pastoral, es decir, sobre la práctica de la comunión? Es absurdo. Resumo las palabras con las que el Padre Santiago cierra la homilía del día del Pilar.
Queridos amigos, en este momento tan difícil que vivimos, lo primero que hay que hacer es rezar, rezar muchísimo, pedir al Espíritu Santo que jamás abandone a su Iglesia y tener la esperanza y la certeza de que jamás el Espiritu Santo abandonará a su Iglesia ni va a abandonar al Santo Padre como no lo ha hecho en los dos mil años de historia que tenemos; y luego, tener formación, tener formación y decir no podemos. Creo en la divina misericordia pero creo también en la importancia de la verdad. La primera misericordia es decir la verdad; el primer acto de misericordia es decir la verdad. Sin verdad, la misericordia se convierte en demagogia, y al final -los que tenéis hijos lo sabéis- queriendo hacer un bien a tu hijo le haces un gran daño porque haces y le dices que haga lo que él quiere y no le estás educando. Que Dios ayude a la Iglesia; que nos ayude a todos.