2000, 2009 y 2015. No fueron anécdotas las estampidas mayores ni las menores. Yo viví cómo en 2009 salía corriendo media plaza de la Magdalena y cómo la prensa en general no dijo nada. Y no fueron cuatro niñatos, ni juegos de rol, ni gente asustadiza, ni la película Nadie conoce a Nadie. Estos boicots se están convirtiendo en una costumbre muy bien organizada, que maldita la gracia que hace, algo controlada por las fuerzas de seguridad pero que siempre, siempre, sale gratis. Tras el relato que escribí previo a la madrugá (ver aquí) se multiplican las opiniones del mismo cariz. Nos imaginamos qué hay detrás de tanta organización y queremos que se pague. Ya no vale que la prensa siga diciendo que aquí sólo ha habido chispazos, una peleita, un escape de gas, o una carrera de amigos. Basta ya, que tanto silencio no se soporta ni para intentar no dañar a la Semana Santa. ¿Quiénes están detrás de los boicots? Yo no lo sé, pero grosso modo algo me huelo, que mi olfato es bueno, y blanco y en botella suele ser leche. Pues aquí otro artículo diciendo lo mismo que este blog: De capa y cola.
Lo de la Madrugá no fue una anécdota.
| 05 abril, 2015
Estoy totalmente de acuerdo. De lo del 2009 no me enteré, pero la Madrugada del 2000 y la de este año hace dos días sí la viví en la calle, y puedo garantizar una cosa: la gente NO es asustadiza; no cundió el pánico ni nada, como podía muy bien haber sucedido. Más bien la reacción del público fue de gran sensatez y serenidad. O sea, que el culpable NO es el»pánico de las masas» (no lo hubo), sino algo organizado a mala idea