La noticia la reporta el vaticanista Marco Tosatti:
E’ molto probabile che contengano se non l’abolizione del voto di Consacrazione illimitata all’Immacolata, almeno la sua facoltatività.
Es decir, que según la información de Tosatti, puede que quiten el voto de consagración ilimitada a la Inmaculada, o al menos se harán opcionales. Se conservarán los otros tres votos, de obediencia (sobre todo ese), pobreza y castidad.
¿Tanto lío para esto? ¿De veras es de lo que se está hablando? No se sabe qué ocurrirá, pero… ¿Son estos los problemas tan graves en la Iglesia? ¿Que no se adapten a la apertura del Concilio Vaticano II? Es incierto que solo hiciesen misas tridentinas, por cierto.
A Sor Lucía Caram no le va a pasar nada, blasfeme lo que blasfeme. A los Franciscanos de la Inmaculada sí. A la Orden de Malta también. ¿Qué problemas reales hay con ellos? Que no son de la cuerda. Que apertura y misericordia solo para unos.
La intervención de la congregación parece que acabará en Semana Santa, semana de pasión, o si no en Septiembre. Los estatutos los cambiarán los comisarios enviados para tal fin, y parece ser que la rama femenina también será tocada, sustituyendo a Noris Adriana Calzavera, Hermana del Rosario, por otra comisaria.
Por cierto, que uno de los comisarios, Gianfranco Ghirlanda, muy próximo al Papa, también está encargado de la reforma de la Orden de Malta.
Habrá que ver lo que termina pasando, si se llegará a tal punto, antes de hacer un juicio precipitado. En todo caso, lo que ya ha sucedido a fecha de hoy, es de vergüenza. Y si tienen dudas, comparen.
Misericordia, Señor. Misericordia.
