Charo era la sacristana de Navalafuente, y de su defunción da cuenta el sacerdote bloguero Jorge González Guadalix. ¿Y por qué la noticia? Pues esta señora llevó más de 50 años ayudando abnegadamente a su parroquia y a sus sacerdotes. Un día Jorge González Guadalix se la presentó a Rouco y le habló de su labor. La respuesta del cardenal fue: “ponme todo eso por escrito, que estas cosas es bueno que se sepan en Roma”. A los pocos meses le fue concedida la cruz “Pro ecclesia et pontífice”. Estupendo. Personas como Charo merecen un reconocimiento así. Desde aquí también se le brinda un homenaje. Estupendo también por Rouco. Este tipo de atenciones hacia la gente son frecuentes, solo que no las publicita. Asimismo son también frecuentes sus visitas a los presos, solo que sin notas a prensa. Y estupendo por último por Jorge González Guadalix, de quien reporto su artículo, que pueden leer pinchando aquí.
No sabía de la existencia de esa anegada Señora pero he rezado un responso por su eterno descanso. Puede que algún obispo guarde un minuto de silencio.