| 05 enero, 2018
Con el mal llamado asesinato por violencia machista (o de género) la diferencia entre un progresista y un católico de principios es la siguiente:
- Progresista: Señala a todos los hombres «machistas» (o sea, los no feministas) pero desea penas de prisión ridículas a favor de los asesinos. Al final el asesino pasará 10 años en prisión, pero los hombres inocentes serán estigmatizados.
- Católico de principios: Culpa del asesinato solo al asesino, y para él desea penas como la cadena perpetua. Al final el asesino pagaría de veras por su crimen, y los hombres inocentes no cargarán con una etiqueta que no les corresponde.
No nos dejemos engañar.
Católico de principios: justicia proporcional y defensa y reparación del daño al inocente. Indultos solo en casos excepcionales de evidente arrepentimiento, ya cumplida buena parte de la condena.
Si este psicópata a los 10 años sale a la calle y ataca a otro inocente ¿a quién no ha defendido el juez y más aún, el legislador? ¿A los malvados o a los inocentes?
Católico de principios: «Ojo por ojo, diente por diente» = «vida (asesinada) por vida (enterrada en la cárcel)»