Francisco irá a Alba de Tormes, o al menos eso ha propuesto él personalmente para el próximo 28 de Marzo, pueblo donde al antipapa Gregorio XVIII, ecijano conocido popularmente como El Papa Clemente, poco le faltó para ser linchado. Desde luego su coche lo tiraron al río. Los hechos ocurrieron así: En 1982, Clemente llegó al ducado salmantino a visitar la Iglesia de la Anunciación donde descansan los restos mortales de Santa Teresa de Jesús. El caso es que a un carmelita, conocedor de la Iglesia Palmariana, no se le ocurrió otra cosa que apuntillar cual era la Única, Santa, Católica y Apostólica Iglesia, y cual era el verdadero Papa, Juan Pablo II. Claro está, se armó el lío. El Papa Clemente, que no estaba muy en sus cabales, empezó a gritar en medio del templo contra Juan Pablo II. Se lió, el pueblo sin saber qué pasaba, y a esto que se corre la voz de que quieren llevarse a la Santa. La muchedumbre casi lincha a Clemente y a sus obispos, de manera que el párroco Florentino tuvo que esconder a la corte palmariana en la Iglesia contigua, la de San Juan de la Cruz, mientras el alcalde en funciones Román Acevedo trataba de calmar los ánimos. De poco sirvió; ya habían volcado los coches de los visitantes y arrojado uno de ellos desde el puente al río Tormes. Afortunadamente nadie salió herido. Las declaraciones de los albenses las recoge el sitio web rumbo32: “Tenían que habernos dejado matarles porque insultar a la Santa es como insultar a nuestra madre” declaró una vecina. “A un pueblo unido no lo para ni un batallón de Infantería”, apostilló el párroco. Ese mismo año vino Juan Pablo II al pueblo. A él le levantaron una estatua. Y dicho queda. Os regalo las imágenes de la prensa informando en aquel año, 1982, acerca de la tentativa de linchamiento en la que gracias a Dios, no llegó la sangre al río… aunque sí el coche de Clemente, eso no se puede negar. P.D. Habiendo recogido la información de varias fuentes, al parecer con erratas señaladas por comentaristas, corrijo los errores. En la Iglesia de la Anunciación quien estaba era un padre carmelita. El Señor Román Acevedo era alcalde EN FUNCIONES, que no alcalde. Por supuesto, deseo que el hecho que narra este blog sea tomado como se merece: con la sonrisa con la que todo natural de su pueblo recuerda su anecdotario particular.
Francisco irá donde en 1982 casi linchan al Papa Clemente
| 24 agosto, 2014
Soy de Alba y me he reido mucho recordando lo del Palmar. No se porque la gente se pica tanto. Pues si pasó, pasó. Y somos nosotros los primeros en contarlo a la gente, no seamos hipócritas. Aquí se cuenta algo que es historia del pueblo, que tendra sus cosas buenas y sus cosas malas, y si cuentan algo que paso y reaccionamos indignandonos, nos dejamos en mal lugar a nosotros mismos. Un poco mas de sentido del humor
No se porqué tanta indignación con este artículo cuando se pueden ver muchos más artículos sobre el mismo hecho y todos hablan de lo mismo. Les dejo aquí los enlaces por cierto que algunos son páginas del propio pueblo:
https://www.facebook.com/albadetormesaldia.es/posts/147877445353782
http://www.villaalbadetormes.com/noticias_ficha.asp?id=318
http://suite101.net/article/el-papa-que-pudo-acabar-en-el-rio-de-alba-de-tormes-a53015#.U_xGMZZdaSM
https://www.facebook.com/albadetormesaldia.es/posts/147877445353782
Ojalá antes de escribir un artículo, os informarais de cómo fue realmente la historia. De nada 😉
Ni los Restos de Santa Teresa están en ninguna Basílica (de lo de que son pocos los restos que quedan no hago comentarios), ni el Párroco soltó ninguna «puya» (no estaba en el templo en ese momento , ni el Señor Román Acevedo era el Alcalde de la Villa. A los lectores… solo decirles que tantas afirmaciones de las que se expresan en el artículo son tan «ciertas» como los datos que he reseñado.
Y al autor del artículo… sólo decirle que en honor a la verdad… ¡Infórmese mejor! Por respeto a los lectores.
Los paralelismos, efectivamente vienen a cuento.
Gracias se
Les ruego un poquito mas de veracidad en este tipo de articulo porque ni el alcalde era quien dicen, sino Eladio Briñón, ni el parroco tuvo que ver con el asunto sino para intentar tranquilizar al pueblo, porque fue un padre carmelita del que me abstengo de decir el nombre y quien enseñaba las reliquias quien empezó el lio y el pueblo se alborotó porque en previsión de la visita del papa Juan Pablo II había rumores de que se querían llevar el cuerpo de la Santa a Avila para que el santo padre no se cansara demasiado y no tuviera que venir a Alba. Lo cual no justifica ni mucho menos la actitud vergonzosa del pueblo. Pero que quede claro desde el primer momento que tanto el alcalde como el parroco lo único que hicieron fue intentar calmar los ánimos y avisar a las fuerzas especiales para que nos protegieran y se los llevaran porque ellos se veían incapaces.
Por favor un poquito mas de rigor periodistico