| 09 febrero, 2015
– Eres un malnacido sinvergüenza y un mamarracho que ojalá te mueras porque te lo deseo con tanta fuerza que a ti, cerdo miserable fariseo neopelagiano, seguro que pronto te darán una mala puñalá y así te desangres sólo y sufriendo que es lo que te mereces. – Caramba, ¿y qué es lo que he hecho? – Ser crítico. – Ah, lo que tú denominas equivocadamente como no ser misericordioso. – Eso. – Pues ahora me queda más claro. Perdona. Desde ahora procuraré actuar más como tú. – Faltaba más. (y el misericordioso se alejó escupiéndome a los piés…)