La Cigüeña nos trae una muy buena noticia. Y nadie niega las buenas virtudes de Asenjo, más comparadas con el desastre Amigo. Pero el lío de Santiago Gonzalez no ha acabado. Una cosa es el proceso abierto contra Santiago y otra su veto en páginas como Infovaticana o Adelantelafe. ¿Vuelve a escribir? Parece que no. ¿Se han investigado a otros de la misma manera que a Santiago Gonzalez? Puede que a algunos sí, no lo sé, pero unos cuantos campan a sus anchas. Ellos no merecen investigación, y sí el padre Santiago. El Padre Santiago está destinado a una de las parroquias más humildes y periféricas de Sevilla. Otros, de doctrina más que heterodoxa, están en puestos clave. Y el veto a este buen sacerdote naturalmente tiene que ver con sus opiniones. Aunque supongo que Asenjo terminará diciendo aquello de café para todos. Más que nada para ahorrarse problemas y porque monseñor tiene fama de tener más báculos que nadie. Así suele resolver las cosas. Para buenos y para malos, donde hay patrón no manda sacerdote… aunque unos andan más alegremente que otros. Lo que no quita que quizás Asenjo haya demostrado buen corazón en muchas ocasiones. Me alegra. Yo esperaría de un mitrado con buen corazón que deje escribir al padre Santiago y que le dé su sitio. Pero me da que no lo va a tener ni en este pontificado ni en otros, que malos o melifuos vendrán. Encantado de equivocarme y de que vuelva a escribir pronto. Me da a mí que no. El tiempo lo dirá.
¿El lío de Santiago Gonzalez ha terminado? Más bien no
| 13 febrero, 2015
A ver, ¿que tomadura de pelo es esta?
Asenjo, aclara el tema, saca la pata, ahora que estás a tiempo.
Los sermones del padre Santiago nos interesan más que las paparruchadas y gracietas de otros de mayor rango. Queremos oir la doctrina católica, no bobadas que buscan el aplauso de los enemigos de la Iglesia. Cuando queramos oir tonterias iremos al circo, queremos oir a uno de los pocos sacerdotes decentes que quedan, que no se ha vendido al apluaso del progreso.
Asenjo, aclara el tema y deja de misericordear a los buenos sacerdotes. ¿Que no te gusta el padre Santiago? Pues te aguantas, a mi tampoco me gustas tu. Ni otros de mayor rango a ti.