Conversiones, haberlas, haylas. Otra cosa son patochadas tipo Maradona. Se siente a gusto con un tipo de mensaje pontificio y si a eso le sumamos que se le da cancha, dice que se convierte aunque se vaya inmediatamente de borrachera a Dubrovnik protagonizando desde entonces, día sí, día también, numerosos escándalos. Ahora el convertido es Raúl Castro, quien otrora época, en solo un año firmó la ejecución de 551 cubanos. O mejor dicho, dice que se convertirá «si el Papa sigue hablando así». Con condiciones. Curiosa promesa de conversión, además en una reunión diplomática de 50 minutos. Tampoco he visto una sola disculpa por los múltiples crímenes que ha realizado. Más bien suena a que cree que se puede beneficiar de ciertas posturas de Roma y de su influencia diplomática. Seguramente también desde Roma se esperan gestos. Por los resultados se verá si esto es bueno o malo, pero desde luego, el Hermanísimo Tiranísimo no se ha caído del caballo a lo San Pablo. El maridaje entre parte de la Iglesia y parte del socialismo/comunismo siempre ha existido. Los religiosos quedan subyugados por las teorías marxistas y los revolucionarios quieren beneficiarse de las infraestructuras y de la prédica de la Iglesia. Hace poco salió una noticia que mostraba la posibilidad de que la teología de la liberación fuese cosa de la KGB. No me extrañaría. Promover una ideología es difícil y buen negocio es influir a curas marxistoides que les hagan de voceros desde los púlpitos-ambones, catequesis, fundaciones, colegios, universidades y sigan ustedes contando. Luego, a todos estos les darán una patada en el tafanario, por supuesto. Pues algo querrá el asesinote. Recordemos que todas las excarcelaciones de presos políticos han sido a cambio de algo. Y recordemos que este año, incluso después del restablecimiento de las relaciones con EEUU, han habido nuevos arrestos (ver noticia). ¿Querrá solo influencia diplomática? ¿Querrá una porfía por parte de Roma en la condena a economías que no sean de corte socialista, dizque humanas? No lo sé. ¡Cuánto me alegraría ver una conversión pero de verdad!
El interesado catolicismo de Raúl Castro
| 12 mayo, 2015