El artículo lo publica la web dolcacatalunya, cuyo original se encuentra pinchando aquí.
El bisbe puja al presbiteri i es dirigeix a l’ambó. Pensa en la felicitació que abans de missa li han fet uns collaires dels Diables de Solsona; también le ha palmeado la espalda el organizador del carnaval “mataespanyols” de Solsona en 2015 mientras sonreía en diagonal: “L’enhorabona Xavi, ja veuràs com amb això omples les esglésies”. Novell camina y recuerda…
Lectura de la Glossa del Bisbe, domingo 11 de septiembre: El “camino hacia la república catalana tiene una primera fase (…) la elaboración de la futura Constitució. Os explico todo esto para pediros (…) que os intereséis por este último punto: el prusés de participación ciudadana en la elaboración de la nueva Constitució. (…) Laindependència llegará si el 51% de los votos del referéndum sobre la Constitució son favorables (…) no podemos pensar que el prusés participativo a partir del cual el Parlamento de Cataluña elaborará la Constitución no va con nosotros. (…) ¡Vamos, pues! Animo a todos los fieles laicos a que participéis activamente en este prusés“.
Sí, la glosa le ha quedado bien: las mismas ideas que repiten los políticos de la Generalitat, el mismo vocabulario e TV3. “Espero que les colles de diables estiguin contentes; segur que ara vindran a missa, ara sóc un col.lega. Y además seguro que tengo la puerta abierta de los jóvenes de la CUP”. Pero algo le intranquiliza mientras se acerca al ambón. Sí, es eso que ha leído de aquel teólogo alemán perseguido por los nazis, Von Hildebrand, a quien Benedicto XVI consideraba “prominente entre las figuras de nuestro tiempo”:
“¿Qué es el nacionalismo? Se trata de un tremendo error que existe en diversos grados: desde la identificación de la nación con el Estado hasta la idolización de la nación, convirtiéndola en el principal criterio de la vida en su conjunto y haciendo de ella el fin último y el bien superior”.
El recuerdo de esta idea le incomoda. Ja ha arribat a l’ambó; obre la Bíblia i la gota de suor que li rellisca pel front mulla el llibre sagrat. “Es raro -piensa el obispo- Nadie ha subido a leer la 1ª lectura”. Sus ojos se posan en el libro mientras sus labios ya se mueven:
Lectura del libro del Éxodo, domingo 11 de septiembre:“En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: ‘Anda, baja de la montaña, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado.Se han hecho un becerro de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: ‘Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto”.
Novell siente un mordisco en el pecho. Bruscamente se aparta del ambón, como si una mano invisible le hubiera empujado lejos. Trastabillea, le pesa la casulla, le oprime el cíngulo. Por fin llega al sitial y se deja caer; no tiene fuerzas. Con la mirada ordena al diácono que lea el Evangelio, y la voz llega a sus oídos sin remedio:
Lectura del Evangelio según san Lucas, domingo 11 de septiembre: “Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no necesitan convertirse“.
El obispo cierra los ojos y lo ve. Ve a una muchedumbre de catalanes y de gentes de toda España que se marchan con la cabeza baja después de leer su glosa, ve amigos divididos, familias enfrentadas, ve corazones que se cierran a la fe, ve iglesias vacías y cubanas presidiendo la altura de los campanarios, ve a los políticos celebrarlo en sus sedes.
Ha acabado la misa. Novell se retira a la sacristía con la vista perdida. “Senyor bisbe, em pot confessar?”. Es un niño de 8 años. “Claro hijo, ven, dime”. El vailet s’agenolla, baixa el cap i diu: “Perdóname, Dios, porque ayer le dije a mi hermanito pequeño que es más importante ir al Barça que a misa”. Al obispo se le inundan los ojos. “Això no ho has de fer. Tu eres el hermano mayor y él te mira con veneración. Ya sabes que, com deia el beat Samsó, Déu sobre tot. El Barça está bien pero no es Dios. Però no pateixis, has fet molt bé de demanar perdó. Y yo te digo que ahora hay una fiesta en el cielo por lo que has hecho, amiguito”.
Novell sale de la sacristía y llama a mossèn Joan. “Confessió, pare”. Y se arrodilla a su lado, y baja la cabeza.
Dolça i paganitzada (pel bisbe Novell) Catalunya…
Con semejantes Obispos, no hacen falta moros que nos maten…
y así aprenden de un hombre de sudamérica que vive en Roma… metiéndose siempre (y mal muy mal) en la política secular de su país….¡¡¡Virgen ssma. Valédnos!!!!