https://www.youtube.com/watch?v=oiQAQkO_1s8 Para Nostálgicos. Cuidado, que engancha.
Y vino Antonio precioso
a suplicar al Dios inmenso,
que con su gracia divina
alumbre mi entendimiento.
Para que mi lengua
refiera el milagro,
que en el huerto obrasteis
de edad de ocho años.
Desde niño fue criado
con mucho temor de Dios,
de sus padres estimado
y del mundo admiración.
Fue caritativo
y perseguido
de todo enemigo
con mucho rigor.
Su padre era un caballero
cristiano, honrado y prudente,
que mantenía su casa
con el sudor de su frente.
Y tenía un huerto
en donde cogía
cosechas y frutos
que el tiempo traía,
Por la mañana un domingo
como siempre acostumbraba,
se marchó su padre a misa
cosa que nunca olvidaba.
Y le dijo: “Antonio,
ven aquí, hijo amado,
escucha que tengo
que darte un recado.
Mientras que yo estoy en misa
gran cuidado has de tener
mira que los pajaritos
todo lo echan a perder.
Entran en el huerto
comen el sembrado,
por eso te digo
que tengas cuidado”.
Cuando se ausentó su padre
a la Iglesia se marchó
Antonio quedó cuidando,
a los pájaros llamó:
“Venid pajaritos,
dejad el sembrado,
que mi padre ha dicho
que tenga cuidado.
Para que mejor yo pueda cumplir
con mi obligación
voy a encerraros a todos
dentro de esta habitación”.
A los pajaritos
entrar les mandaba
y ellos muy humildes
en el cuarto entraban.
Por aquellas cercanías
ningún pájaro quedó,
porque todos acudieron
como Antonio les mandó.
Lleno de alegría
San Antonio estaba,
y los pajaritos
alegres cantaban.
Al venir su padre
luego les mandó a todos callar,
llegó su padre a la puerta
y comenzó a preguntar:
“Dime hijo amado,
¿qué tal, Antoñito,
has cuidado bien
de los pajaritos?”
El niño le contestó:
“Padre, no tengas cuidado
que para que no hagan mal
todos los tengo encerrados”.
El padre que vio
milagro tan grande
al señor Obispo
trató de avisarle.
Acudió el señor Obispo
con grande acompañamiento
quedando todos confusos
al ver tan grande portento.
Abrieron ventanas
puertas a la par
por ver si las aves
se quieren marchar.
Antonio les dijo a todos:
“señores nadie se agravie:
los pájaros no se marchan
hasta que yo se lo mande”.
Se puso en la puerta
y les dijo así:
“Vaya, pajaritos,
ya podéis salir.
Salgan cigüeñas por orden,
águilas, grullas y gorzas (sic),
gavilanes y avutardas
lechuzas, mochuelos, grajas.
Salgan las urracas,
tórtolas, perdices,
palomas, gorriones
y las codornices.
Salga el cuco y el milano,
burla, pastor, y andarríos,
canarios y ruiseñores,
tordos, ruiseñor (sic) y mirlos.
Salgan verderones
y las corderinas,
y las corgujadas
y las golondrinas”.
Al instante que salieron
todas juntas ya se ponen,
escuchando a San Antonio
para ver lo que dispone.
Antonio les dijo:
“No entréis en sembrados,
marchad por los montes,
muy enamorados”.
Al tiempo de alzar el vuelo
cantan con dulce alegría,
despidiéndose de Antonio
y su ilustre compañía.
El señor Obispo
al ver tal milagro,
por diversas partes
mandó publicarlo.
Árbol de grandiosidades
fuente de la caridad
depósito de bondades
padre de inmensa piedad.
(Antonio divino,
por tu intercesión
todos merezcamos
la eterna mansión.)
La tengo en un CD que difundió la revista «El pan de los pobres», de la que soy suscriptor.
Es una maravilla, y yo que soy muy devoto de San Antonio me ha emocionado de verdad esta muestra de devoción hacia el santo.
Muchas gracias.