Ante la cantidad de propaganda animalista que estos días está circulando con el caso Excalibur, y a raíz de una foto que he visto hoy colgada en Internet en contra de las corridas de toros, donde se compara a un toro con un torero (ver abajo) hoy vamos cambiar de tercio y así dar un ligero descanso al lío monumental del Sínodo. Bien. Uno puede estar en contra de las corridas de toros, o criticar que se haya sacrificado al perro con probabilidades de portar el Ébola, pero lo que es inadmisible es comparar a un animal con una persona. Así que permítanme esta reflexión humorística. No es lo mismo un toro que un torero, de la misma forma que no es lo mismo esto…
Ni esto…
Ni esto…
Pues basta ya, que no es lo mismo. …Y mañana, de vuelta al Sínodo…