Corría el año 1497, cuando el 13 de mayo el religioso dominico Girolamo Savonarola se atrevía a volver a subir al púlpito de Santa María del Fiore, en Florencia, tras haber sido condenado meses antes a la excomunión por la inquisición de entonces. Días después lo sentenciarían como hereje, cismático y despreciador de la Santa Sede. Rebajado secularmente, lo mandaron ahorcar y quemar en la hoguera, derramando posteriormente sus cenizas.
Se había atrevido a plantar cara a Alejandro VI, Papa, cuyo nepotismo le dio acceso al cardenalato, tras ocupar puestos curiales para finalmente alcanzar el solio pontificio.
Este fraile, que rechazó el capelo cardenalicio que el Papa, de modo chantajista le ofrecía, se atrevió a denunciar públicamente las tropelías, intrigas y búsquedas de poder de este miembro de los Borgia con una descendencia de 10 hijos, dos de ellos siendo Papa. ¡Lo quiso todo la joyita pontificia!
Pero al que había que quemar era al pobre fraile dominico, por hereje, ¡qué ironía de la vida!
Sería bueno para nuestra Archidiócesis de Madrid que el consejo episcopal en pleno, adoptase de una vez por todas, una actitud semejante a la del fraile dominico y, al menos, alguno de sus miembros con valentía denunciase bien con su palabra, bien con su vida las tropelías que se están cometiendo en nuestra Archidiócesis de Madrid, de las cuales con su silencio son consentidores y corresponsables.
Que ni uno sólo de los consejeros episcopal se haya dignado a dimitir, de forma efectiva, denota que esta mundanidad eclesial en la que algunos quieren vivir, les ha calado en su ministerio sacerdotal. Y son responsables de la situación porque son quienes aconsejan a Osoro.
Mirar para otro lado, no manifestar en público lo que se critica en privado, no predicar con palabras y obras la doctrina y el magisterio de la Iglesia vigente, dejarse llevar por los criterios pastorales de moda, consentir ser ninguneados por Osoro, comulgar con ruedas de molino que no mueven grano, promover planes de pastoral que no han servido para nada, no pedir explicaciones sobre las Fundaciones canónicas y civiles, estar mudos ante la situación de nuestro seminario, bendecir con su silencio la relación titular-emérito, consentir la mediocridad en los planteamientos morales sabiendo que “lo tibio lo vomitaré”, aceptar que se demonice a un sacerdote y que no se apliquen los mismos criterios a otros que salieron rápido del seminario etc… de verdad, ¿no os avergonzáis en el espejo, consejeros?
Hay nepotismos que no vienen de familia, como les sucediese a los Borgia, sino de las relaciones eclesiales que uno tiene como los «Arana boys» por ejemplo.
Igual que algún hijo del Papa fue obispo, hoy hay hijos de Arana, espirituales esperemos, que son o serán también obispos, que se les tapa sus inmundicias, que se les promueve para que lleguen más alto. Por eso es tan necesario valientes dispuestos a ser quemados en la hoguera de la era sinodal.
Infovaticana hace unos días se venía arriba dando por buena la noticia de que Avelino Revilla Cuñado, vicario general de la Archidiócesis de Madrid, sería nombrado obispo auxiliar de Getafe. No siempre las fuentes son las mejores, y no siempre son amigas, pero con humildad de todo se aprende.
Lo que es cierto, y en eso sí acertó Infovaticana es que dicho vicario desea, anhela, suplica y hasta babea como el perrito de Pavlov para que cuanto antes le caiga la mitra.
Habría que ser muy hombre para ser capaz de decir NO al episcopado, si es a cambio de aceptar la corriente pastoral reinante así vaya contra la tradición o el magisterio, vamos contra la fe. Más hombre sería si manifestase, a los cuatro vientos, lo que sí dice en privado pero por cobardía omite en público, no sea que así la mitra no le caiga.
Al dominico le ofrecían el cardenalato, ser príncipe de la Iglesia que es tan sinodal como palaciego; al vicario general simplemente le puede rondar la mitra, no la de Getafe, eso seguro, pero si es buen chico, no levanta la voz, disimula un poco y no da guerra, lo que vendría a llamarse ser un pelele, igual Osoro sin criterio alguno consiente que le premien con la ansiada mitra, aunque la cosa está complicada no se piensen.
¿Se imaginan a Avelino Revilla o al cualquier otro vicario de Madrid quemado en la hoguera por defender la fe de la Iglesia o por decir lo que realmente piensan de la situación de nuestra Archidiócesis? Les juego mitra y caña que antes salen todos corriendo por el camino sinodal.
Señores vicarios, ilustrísimos señores vicarios, que es el título sinodal que aceptaron tener todos… sí tú también ¡Nos habéis decepcionado! No estáis a la altura de las circunstancias ni uno sólo.
El dominico tenía la razón y el Papa era el pecador, pero creo que ni Francisco y mucho menos Osoro porque no tiene «Iurisdictio» le retirarán la excomunión al pobre fraile.
Estaremos atentos porque igual sí se atreven a abrir la causa de canonización de Alejandro VI y familia, lo que diga Arana.
Calculo que muchos me «caerán» por emitir una opinion impopular, pero es que modernamente hay muchos historiadores que coinciden en que muchas de las cosas atribuidas a Alejandro VI fuero, como en el caso de España, leyenda negra creada por la propaganda de sus enemigos. No digo que fuese santo, solo digo que no se lo use para esto.
No soy de Madrid, aunque leo con atencion las cosas de la querida España, no emito opinión sobre el tema principal del articulo porque no tengo elementos de juicio suficientes.
No falta verdad en mucho de lo que apostilla y denuncia en este artículo, tristemente. Aun así, cada uno tiene sus motivos y, recogiendo estas dos citas suyas, le animo a que dé usted ese paso abiertamente con una voz que llegue más lejos que un blog anónimo. Organízense.
«Mirar para otro lado, no manifestar en público lo que se critica en privado» «Más hombre sería si manifestase, a los cuatro vientos, lo que sí dice en privado pero por cobardía omite en público»
Aclaremos, aunque solo sea por tener las cosas claras, que Savonarola fue ahorcado. Su cuerpo fue luego quemado. Pero una leyenda negra, de las tantas que los enemigos de la Iglesia gustan divulgar, decìa que lo habìan quemado vivo.
No; el «dominico» no tenía razón.
El que el Papa Borja se comportase como un príncipe secular (y como rey de los Estados Pontificios lo era) no quita para que Savoranola no fuera realmente ortodoxo y, lo que es mucho peor, hubiera creado en Florencia un movimiento social que estaba poniendo en problemas -seguramente para bien- el sistema político de Florencia y con ellos la estabilidad económica de sus habitantes.
Es bueno que haya santos; incluso neuróticos.
Pero que toda la ciudad con sus artistas se dedique a hacer «hogueras de vanidades», es malo para todos, empezando para los pobres, siguiendo para los artistas y terminando con los turistas del siglo XXI, que algo tienen que ver, junto los que viven de ellos: camareros, chambermaids y vendedores de souvenirs.
¿Que no le gusta Osoro ni cómo gobierna su diócesis?
-a mi tampoco-
Pero el caso es que Osoro no debe gobernar según el gusto o el capricho de usted, sino según su leal hacer y entender, con prudencia para no comprometer ni perjudicar a los implicados, teniendo siempre presente que gobierna la Iglesia de Cristo y que por lo tanto como Iglesia de Cristo ha de gobernar.
Desde fuera todos lo podemos hacer mejor; pero desde dentro -y recuerde que el jefe de los jefes le ha confiado el cargo a él y no usted o a mi- es por algo.
Recuerde que todos podemos hundir el Titanic, pero que muy pocas personas le pueden llevar a buen puerto.
Si a usted le preocupa ese obispo es porque usted será de esa diócesis…
Pues ya sabe lo que puede hacer, por la cuenta que le trae:
Rezar mucho para que Osoro gobierne como Salomón con sabiduría, colaborar con él en lo que pueda para bien de la Iglesia y ver dónde él se equivoca para no repetir usted en su vida o en su trabajo el mismo error, lo cual usted no me negará que es un buen e inesperado regalo.
Por otra parte mezclar esas historias salaces con profesionales -seguramente mediocres profesionales, pero profesionales al fin, con responsabilidades, autoridad y sueldo- están fuera de tono en este blog.
Veo que esos a quien usted critica con acerbo forman un equipo -el equipo de Osorio- y la misión individual de todos ellos, incluido Osorio, es lograr unos fines. Ya veo que usted no colabora; seguramente porque no es equipo ni nunca podrá formar equipo con nadie.
Usted lo llama «nepotismo»; pues, ¡tal vez!; ¿quién sabe?…al menos que sirvan para lo que su jefe les nombra y necesitan.
Claro,claro.
Savonarola no tenía razón.
Porque tú lo dices…
Decencia insobornable sí que tenía.
Y huevos!
Hay que ser canalla para ahorcarle,quemar su cadáver, y profanar sus cenizas.
Que usted quiere seguir de carnaval es su problema, pero “la hoguera de vanidades” de Savonarola no le vendría mal para librarse de ellas. En la Iglesia que hoy gobierna el Papa Francisco no sería condenado por sus predicaciones y críticas a los poderosos de la época. Quizá hoy sería considerado un santo de la puerta de al lado al no ser que criticase a Francisco como lo hiciera con Alejandro I
Por otro lado decirle que la Iglesia Católica se rige por el derecho canónico, no por el arbitrio de nadie, ni siquiera del Papa, por tanto menos de Osoro. Por lo que Osoro no debe gobernar como usted afirma “según su leal hacer y entender”, sino como la Iglesia le pide.
Léase el decreto del Concilio Vaticano II, Christus Dominus, porque ahí es donde debe mirarse un obispo a la hora de gobernar, y su consejo episcopal que son sólo colaboradores del gobierno pastoral del obispo, deben colaborar con él para ayudarlo a gobernar como pide la Iglesia.
Si el Titanic se hunde o no llega a puerto el responsable es el Capitán del barco y su tripulación.
En el articulo hay un símil mal traído: Savonarola era un reformador que incurrió en la herejía. La reforma De la Iglesia nunca se hace contra los fundamentos de la misma. Menos mal que a los vicarios no les da por hacerse un “Savonarola”, lo que nos faltaba para el caos.
¿Y cual fue su enseñanza herética?
Ninguna!
La canalla desde hace mucho maneja a las mil maravillas lo de llamar cismaticos a los que denuncian la herejía.
Como bien apuntó en su día Castellani,en nuestros días vivimos en la superchería que,siendo suma de todas,se ha convertido en el más sibilino sucedáneo del Cristianismo.
Durisimo articulo.Y si es cierto todo lo que denuncia,¡vomitivo!
Con un haber a favor del Borgia:Entonces,no se tocó ni una tilde ni una coma del Depositum Fidei.Simplemente se fue un sinvergüenza…
¡Ya quisiéramos tal cosa en nuestros días!