Se me había pasado este artículo de José Manuel Vidal a quien sigo siempre. Comparta o no lo que dice. http://blogs.periodistadigital.com/religion.php/2015/05/30/p369387#more369387 Hay muchas verdades en lo que narra, otras muchas en lo que oculta y alguna concesión imaginativa a lo que le gusta. No voy a ser el hipócrita de rasgarme las vestiduras ante ello. Todos tenemos nuestras filias y nuestras fobias. Y José Manuel Vidal por supuesto. Se le notan mucho. Supongo que a mí también. A mí el episodio de Fidel Herráez me parece lamentable y una muestra más de que la Iglesia es como los Borbones. Se dice que los reyes en general son desagradecidos pero que los Borbones incluso exageran el desagradecimiento. Pues con la Iglesia suele ocurrir lo mismo. Qué se lo digan si no a Don Fidel. Con tantas coincidencias con el análisis de Vidal quiero señalar una discrepancia. Dice que todo este embrollo, o si se quiere esta miseria, se debe a que Francisco «conoce perfectamente el episcopado español» y que por tanto ha intervenido para detener lo que le habían colado y ya estaba hecho. Ciertísimo que ya estaba hecho pero nada de perfecto conocimiento de Francisco. Más bien imperfectísimo. Porque colarnos a una mediocridad de libro, acreditada en Santander y confirmada en Zaragoza ya, no indica el más mínimo conocimiento sino una ignorancia supina. Que transigió con los imputs que le llegaron de las personas en las que confiaba. Y hasta es posible que confíe en esas debido a su mal conocimiento de lo que ocurre en España. Comparar a Jiménez Zamora con Fidel Herráez es, utilizando la vieja frase española, sin el menor racismo por mi parte y, por supuesto, sin aproximar a nadie a Dios, es como comparar a Dios con un gitano. Y lo único que sería impresentable sería el parangón del obispo auxiliar de Madrid con Dios. Porque gitanos hay muchos que darían lecciones al actual arzobispo de Zaragoza. Del que cabría repetir aquella anécdota republicana del telegrama recibido en un pueblo, dicen que andaluz, ante el nombramiento de gobernador civil de un hijo del mismo. Otro paisano, que vivía a Madrid y se movía en los ambientes políticos, puso el siguiente a su compadre: Restituto gobernador, te lo juro por mi madre. Pues algo parecido debió ocurrir cuando a Vicente Jiménez Zamora le hicieron arzobispo de Zaragoza. No se lo debía creer ni él. Quedan días para que a Don Fidel le den una salida con un mínimo de dignidad en quienes dan las salidas. Veremos si quieren seguir siendo Borbones. Aunque tampoco debemos callar que hubo quien pudo resolver hace tres años esta cuestión y no lo hizo. Aunque luego bien lo haya lamentado. Y me temo que una diócesis lo va a lamentar mucho más. Todos los artículos de José Manuel Vidal son interesantes aunque no pocos, en mi opinión, pequen de algún sectarismo. Éste ciertamente lo es. Y algo peca también. Es absurdo llorar por lo que no ha sido. Lo lamentable es que tengamos que llorar por lo que es. En Zaragoza o en Madrid. Creo que en este cambio de cromos la que salió mejor fue Santander. Y me imagino que hay un obispo que se preguntará: ¿Por qué yo a Huelva y mi sucesor a Zaragoza? ¿Si lo hizo igual de mal que yo? ¿La fotografía que ilustra la entrada es susceptible también de comentarios? Pues posiblemente sí.
Zaragoza, Vidal, Fidel, Jiménez…
| 18 junio, 2015
A Don Fidel, como ya se dijo por aquí alguna vez, le esperan en Burgos. Es lo que se merece por lo bien que lo ha hecho en Madrid. A Martínez Camino le esperan en Mondoñedo-Ferrol; esa diócesis le necesita.
En la foto, se ve claramente que don Fidel le «echa la mano al cuello» al arzobispo, en un gesto evidente de cariño/dominio sobre él. Don Carlos tiene que «echar mano» en el pecho del auxiliar para evitar que le termine aplastando contra él; mientras el cardenal, en una nube, contempla el infinito de su ausencia. Lo que no sé explicar es la medio sonrisa del segundo auxiliar. ¿Será la imagen de la nueva metrópoli?
Estoy con Rubén. No entiendo a qué viene el malmeter contra D. Vicente Jimenez Están en su perfecto derecho de comentar, incluso criticar, sus palabras o sus hechos. Pero expónganlos. No lancen la piedra y escondan la mano. ¿Qué ha hecho D. Vicente que sea objeto de sus críticas destructivas? Díganlo. Pero háganlo de manera objetiva. Esta mañana en su homilía en la Basílica, D. Vicente parecía hablar de ustedes, queridos criticones.
Lo de Orihuela-Alicante no tiene solución ya….
D. Fidel también se esperaba para Orihuela-Alicante, y ya ves
D. Carlos, Osoroglio para los «amigos», solo le cae bien a los enemigos de la Iglesia…oye, mira, sin querer lo he puesto al mismo nivel que a Francisco.
Pues por lo que he oído, me da que a don Carlos Osoro le va a venir muy bien tener a don Fidel Herráez en Madrid para que el clero no se le rebele. De momento, por lo que he leído, simplemente «pasan» de él. Ay, don Carlos: no tengo nada contra usted, pero esta manía suya de querer caerle bien a todos acabará haciendo que no le caiga bien a nadie.