No es ciertamente Público medio de referencia en la información eclesiástica pero si la noticia fuese cierta, y algo de ello habrá en ella pues parece bastante inconcebible inventarse unas actuaciones judiciales, lo de Zaragoza sigue coleando. ¿Hubo intromisión, espionaje o lo que se quiera en un ordenador privado? ¿Mandado por quién? ¿Qué decían esos mensajes? ¿Hay numerosos altos personajes eclesiales mezclados de uno u otro modo en el tema? ¿Justificarían la decisión que tomó el Papa o hubo precipitación teledirigida por su parte? ¿Se va a conocer el contenido de lo apropiado? ¿Podrán reclamarse como prueba en otros juicios ulteriores? ¿Comparecerán como testigos o imputados cuatro arzobispos? Creo saber que hay quien está considerando reclamar como prueba testifical el testimonio de dos de ellos y no precisamente eméritos.
Ni quito ni pongo rey pero creo que bueno sería que de una vez se aclarara todo y cesara de estar la Iglesia de Zaragoza en el «candelabro». Hasta el momento sin luz.
http://www.publico.es/sociedad/juez-investiga-al-arzobispo-zaragoza.html
He borrado varios comentarios por un asunto personal que si los borrados, con los que tal vez pueda estar de acuerdo, si quieren en correo privado les daría las explicaciones que procedan. Y las entenderían. Si alguno las quiere mi correo es [email protected]
QUINOCHO
Lo que dices es un chiste,verdad?
Él solito se ha metido en el charco,y unos pocos,-poquisimos,como pasa siempre-,sr han atrevido a contratarlo.
Por lo demás,solo los grandes reconocen sus errores,y tratan de subsanarlos.
En mi tierra extremeña,el vulgo dice sabiamente:PARA TAPAR BOCAS,SE PRECISAN MUCHAS ESTOPAS.
Pues bien.Yo estaré encantado de ver que ese señor me tapa la boca,rectificando.
Pero me quedaré con las ganas,porque ni su orgullo,ni su mediocridad,-ni sus mentores de Saint GALL -se lo van a permitir…
Es terrible lo que dice Quinocho: Si el papa «da una respuesta clara… diga lo que diga, quedará mal». Si es así, se debe a la ambigüedad deliberada de amoris laetitia. Es todo lo contrario de la misión que el Señor encomendó a S. Pedro: confirmar en la fe a sus hermanos, es decir, conservar y transmitir el depósito. Las palabras de Quinocho ponen de relieve que la intervención de los cuatro cardenales está más que justificada, que es necesario aclarar lo que dice la exhortación.
Carlos Núñez: lo que han hecho esos cuatro cardenales es poner al Papa entre la espada y la pared, porque si da una respuesta clara como ellos quieren, diga lo que diga quedará mal. Eso no es valentía, es deslealtad. Si tan incómodos se sienten, que renuncien al cardenalato, como hizo en tesitura parecida Louis Billot. Eso sí que sería valentía.
En dos años, el arzobispo de Zaragoza presenta su renuncia.Creo que será un periodo desagradable el que le queda de mando, por culpa de su ambición y de los enredos de varios tipejos que no nombraré.Sería curioso que coincidiesen en la archidiócesis tres arzobispos eméritos, lo cual no es descartable: Yanes está momificado, y ya se sabe lo longevas que son las momias; Ureña, pese a sus varias operaciones quirúrgicas, no tiene mal aspecto; el actual parece gozar de buena salud.Por lo tanto, no sabemos si esa circunstancia llegará a producirse, pero tampoco debemos descartarla.
Vergüenza, rabia, de ver el honor de obispos y curas ninguneado por periodistas de «Público». Ni «conservadores» es absolutamente malo, ni «progresistas» es necesariamente bueno, si el pobre D. Elías ni se acuerda ni de cómo se llama…, si ya se le indemnizó a la notaria, si ya echaron a D. Manuel Ureña. ¿Qué es lo que quieren ahora?… los salva-patrias, ¿más dinero?, ¿más justicia?, ¿contra quién, ahora?… la «gauche divine» rancio discurso que suena a Mafalda, a Tupamaro arrepentido, a las utopías de Ítaca, a la pobreza como argumento recurrente y de imagen, a estructuras y lucha, si no de clases, sí ideológicas. Basta ya, hombre, no somos críos.
QUINOCHO
Por definición,los valientes siempre son pocos.
Los cobardes- y los pesebreros-,legion…
Echenique, si por lío te refieres a la carta de los cuatro cardenales, a la vista del nulo respaldo que ha conseguido (un obispo degradado de residente a auxiliar, otro obispo auxiliar trasladado de sede por motivos que nunca se explicaron y un tercer obispo de una sede menor), me parece que no pasa de ser una anécdota que, a no ser que el Papa cometa el error de hacerle caso a los que le piden que «descapelice» a los cardenales firmantes, o que Burke cometa la estupidez de llevar a cabo su amenaza (digo «estupidez» porque si lo hace muchos que simpatizan con él se le pondrán en su contra), pronto se olvidará.
Cuentan las malas lenguas que hay quien, por no verse citado como testigo, está dispuesto a poner dinero para pagar las costas de otro proceso.
Veremos, y beberemos.
Lo de Zaragoza, comparado con el lío que tenemos a nivel de Iglesia Universal, que no se sabe como acabará, resulta peccata minuta. Por cierto, Vallejo Balda, quien nunca debió entrar en la cárcel vaticana, habida cuenta de una pena tan exigua, sigue entre sus muros, cual aviso a dubias cardenalicias.
Mientras el Yanero siga enredando, no hay nada que hacer.